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Estas son las mejores playas salvajes para disfrutar este verano

¿Quieres disfrutar de un destino de playa para tus próximas vacaciones sin estar rodeado de multitudes? ¿Tampoco quieres madrugar para encontrar un lugar cerca de la orilla? La solución puede ser optar por una playa más apartada o poco visitada. En España, hay varias playas que cumplen con estos requisitos y pueden convertirse en tus favoritas. A continuación, descubre las mejores playas salvajes para disfrutar este verano.

 

Las mejores playas salvajes

Si lo que realmente necesitas para disfrutar de tus vacaciones es desconectar del mundo y de la rutina, estas son las mejores playas salvajes de España. Verdaderos paraísos enclavados en parajes naturales únicos, donde no tendrás que preocuparte de las aglomeraciones.

Playa del Silencio, Asturias

Para muchos es la playa más bonita y especial del Mar Cantábrico. En forma de concha, las grandes rocas que hay a ambos lados la convierten en un remanso de paz, con aguas muy tranquilas. Aunque la accesibilidad ha mejorado mucho en los últimos años, hay que hacer un pequeño esfuerzo para llegar hasta ella.

Playa del Castell, Gerona

Situada en el Espacio de Interés Natural de Castell-Cap Roig, tiene una longitud de 300 metros. De arena fina, está rodeada de un bosque de pinos, así que es un lugar estupendo para conectar con la naturaleza. A pesar de estar alejada del núcleo urbano, ofrece muchos servicios.

Playa de los Alemanes, Cádiz

En la localidad gaditana de Zahara de los Atunes se encuentra la Playa de los Alemanes, de 1,5 kilómetros de largo. Muy tranquila, incluso en los meses de verano. De aguas cristalinas, y arena fina y dorada, tiene una belleza muy agreste.

Playa Cofete, Fuerteventura

Esta playa mantiene intacta su belleza natural, en parte debido a lo complicado del acceso. Un arenal increíble, de 12 kilómetros de extensión. El paisaje es espectacular, con la cadena montañosa del Parque Natural de Jandía como telón de fondo, con enormes paredes que se elevan más de 800 metros.

Cala Xarraca, Ibiza

Encontrar una playa en Ibiza que no esté abarrotada en pleno mes de agosto puede parecer una misión imposible. Pero cambiarás de opinión en cuanto conozcas Cala Xarraca. El acceso es un poco complicado a través de las rocas, pero realmente merece la pena. De aguas cristalinas y arena blanca, es un destino estupendo para los amantes del buceo.

Paraje Natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo

En este parque natural situado entre Nerja (Málaga) y Almuñecar (Granada), encontrarás playas solitarias y calas un poco más difíciles de acceder. No solo vencerás a las multitudes que suelen acudir a otras partes de la costa andaluza, sino que también disfrutarás de la falta de tumbonas y sombrillas habituales: esta es una playa sin desarrollar, lo que significa que está llena de naturaleza, y no mucho más.

Salta directamente a las aguas cristalinas para hacer esnórquel entre corales, esponjas marinas y una gran variedad de peces, como el pez luna del Mediterráneo. Si tienes la oportunidad de tomar un barco más lejos en el mar, incluso podrías tener suerte y encontrarte con vecinos especiales, como delfines que cruzan el mar Mediterráneo o halcones peregrinos que vuelan muy por encima de ti en el cielo.

Cala Las Mulas, Murcia

Dentro del Parque Regional de Calblanque en Murcia se encuentra una impresionante cala natural, un paraíso escondido reservado para los exploradores más audaces. Con 180 metros de arena fina y dorada y un espectacular telón de fondo de acantilados rocosos, este entorno protegido ofrece un merecido respiro de las concurridas playas de la costa mediterránea.

El calzado cómodo es imprescindible para visitar Cala Las Mulas, ya que tendrás que caminar unos 2 km para pasar por un camino protegido rodeado de palmeras y vegetación autóctona. No olvides traer un poco de agua y recuerda que esta es un área protegida de modo que debes procurar protegerla.

Cala en Basset, Mallorca

Esta cala rocosa es para los amantes de los buenos retos. Un lugar verdaderamente aislado, a Cala en Basset solo se puede llegar en barco o caminando por un sendero de 2 km. La ruta a pie suele durar unos 45 minutos, dependiendo de tu ritmo, pero es mejor andar con cuidado y con calma en esta caminata rocosa.

Debido a que no es el lugar más fácil de acceder, esta cala escondida con aguas cristalinas de color turquesa es una de las pocas playas de Mallorca que nunca se llena demasiado. Pero al final todo vale la pena, ya que serás recompensado con un regalo especial. Se dice que el lodo de esta playa es un excelente tratamiento de belleza para la piel, así que asegúrate de mimarte con un masaje de lodo una vez que llegues.

¡Estas son las mejores playas salvajes de España!