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La ermita más impresionante de España está construida dentro de una cueva

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En España hay varias ermitas escondidas en cuevas de las montañas, auténticas joyas de la arquitectura religiosa medieval. Algunos de los ejemplos más destacados son la ermita de Santa Justa en Cantabria y San Bernabé en Burgos, que se distinguen por su ubicación y antigüedad. En Álava, una de las iglesias más singulares es la ermita de Nuestra Señora de la Peña de Faido, uno de los templos cristianos más antiguos del País Vasco. Situada en el concejo de Faido, dentro del municipio de Peñacerrada, ésta pequeña localidad rodeada de colinas y bosques se menciona por primera vez en el año 1021.

La ermita, excavada en la roca y con un vestíbulo adosado, es conocida también como la ermita de la Virgen de la Peña y está declarada Monumento Nacional. Al entrar, se accede por un arco de medio punto que lleva al interior, donde destaca un mural del Calvario y un altar del siglo XVIII con una imagen de la Virgen de la Peña, probablemente del siglo XIII o XIV. En otras cavidades se hallan un baptisterio, un coro y tumbas antiguas. Subiendo al segundo nivel, se encuentran la sala de los cofrades y una pequeña capilla rupestre con un ábside semicircular. La ermita, situada a sólo media hora en coche de Vitoria-Gasteiz, es un destino especial que une espiritualidad y belleza natural.

Ermita de Nuestra Señora de la Peña

La ermita de la Virgen de la Peña, construida en el interior de una cueva artificial en las grutas de Kruzia durante la Alta Edad Media, se compone de dos partes principales: un vestíbulo, que se alza como una estructura anexa a la roca, y el templo en sí, excavado en la misma piedra. La entrada al vestíbulo, que presenta un arco de medio punto, da acceso a un mural que representa el calvario y, más adelante, al propio templo, que se asienta sobre una iglesia prerrománica preexistente. El altar, construido en piedra blanca en el siglo XVIII, alberga una imagen de la Virgen de la Peña, una obra gótica con influencias románicas que data de los siglos XIII o XIV.

La ermita se encuentra al sur de Peñacerrada, y se accede por un camino que finaliza en una escalera y plataforma frente a su entrada. El vestíbulo cuenta con contrafuertes de mampostería y ventanas góticas primitivas, mientras que dos arcos rebajados separan el vestíbulo de la nave, totalmente excavada en roca viva. En el interior, hay dos cavidades: una alberga el baptisterio con una pila bautismal de piedra antigua, y otra presenta tumbas en el suelo. Desde el vestíbulo, una escalera lleva a una planta superior donde se encuentra una sala para los cofrades y diversas oquedades que pudieron haber sido refugio de ermitaños, así como un segundo templo rupestre con ábside semicircular y una bóveda excavada en la roca.

Qué ver en Peñacerrada

Peñacerrada es una encantadora localidad del sur de Álava, en el País Vasco, que destaca tanto por su patrimonio histórico como por su impresionante entorno natural. Su origen se remonta a la época medieval, cuando se fundó como una villa amurallada en el siglo XII y recibió su fuero en el siglo XIII.

Durante siglos, Peñacerrada fue un importante bastión defensivo y un lugar estratégico entre el Reino de Castilla y el Reino de Navarra. Sus murallas y su ubicación en lo alto de una colina la convertían en un sitio privilegiado para la defensa y el control del territorio, y aún hoy se pueden ver restos de estas murallas, que evocan su pasado medieval.

Entre los sitios más destacados para visitar en Peñacerrada, se encuentran sus antiguas murallas y la emblemática Puerta de la Villa, uno de los pocos accesos originales a la villa que se conserva en buen estado. Dentro del casco antiguo, las calles empedradas llevan a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un imponente templo gótico del siglo XVI que alberga un magnífico retablo barroco y se sitúa en el punto más alto del pueblo, ofreciendo unas vistas espléndidas del entorno natural que rodea a Peñacerrada.

Además de sus monumentos históricos, Peñacerrada es conocida por sus paisajes naturales. Rodeada de montañas y valles, es un lugar ideal para hacer senderismo y disfrutar de la naturaleza. Existen varias rutas que salen desde la villa y que llevan a los visitantes a través de hermosos bosques, campos y vistas panorámicas. Estas rutas permiten descubrir el entorno natural y conocer la flora y fauna de la región.

En definitiva, Peñacerrada es un destino ideal para quienes desean explorar un rincón del País Vasco lleno de historia, cultura y belleza natural. Desde sus murallas y puertas medievales hasta la impresionante ermita de Nuestra Señora de la Peña, cada rincón de este municipio ofrece algo especial. Caminar por sus calles y descubrir sus monumentos es una experiencia que transporta a los visitantes a otra época.