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Las cosas claras y el chocolate espeso, ¿qué quiere decir esta frase?

El Día Internacional del Chocolate está próximo celebrarse, de hecho es mañana 13 de septiembre y seguro que en su honor te comerás una buena onza de tu chocolate favorito, pero además de como alimento, el chocolate está también en una frase que muchas personas utilizan a menudo en infinidad de conversaciones pero de las que pocas saben el porqué se usa o su origen. Nos referimos a «Las cosas claras y el chocolate espeso», ¿qué quiere decir esta frase?.

Las cosas claras y el chocolate espeso, ¿qué quiere decir esta frase?

Muchas son las frases coloquiales que utilizamos a menudo y muchas seguro que las usamos sin saber realmente lo que significan mientras que otras pueden darnos pistas de a lo que se refieren con solo pararnos a analizar un poco lo que decimos. Es el caso de la frase «Las cosas claras y el chocolate espeso», que seguro que te han dicho en alguna ocasión o tú mismo/a habrás usado intentando dejar clara una cosa.

Con solo pararnos a pensar en la frase en sí «las cosas claras y el chocolate espeso» nos damos cuenta que hace alusión al hecho de ser sinceros, a que algo nos quede claro o que lo hayamos entendido en contraposición al chocolate que suele servirse bien espeso cuando se toma fundido.

Una frase que suele utilizarse de forma concreta cuando estamos hablando de algo y queremos que lo que decimos quede claro, sin que nadie interprete lo que no es. Una expresión popular que también se utiliza cuando en una conversación alguien no se expresa con claridad o vemos que no está siendo sincero y le pedimos que por favor diga «las cosas claras y el chocolate espeso».

¿Cuál es el origen de esta expresión?

¿Pero porqué hacemos alusión al chocolate cuando queremos dar un sentido de claridad  nuestro discurso? Por lo visto esta expresión coloquial nace de la manera en que se tiene de preparar el chocolate en España con respecto a otro país: Francia.

Por lo visto en España el chocolate siempre se ha elaborado con agua de modo que queda más espeso, mientras que en Francia se elabora con leche, lo que hace que quede más líquido.

Para descubrir el origen en sí de la expresión tenemos que «viajar» hasta los tiempos de la conquista española a América, cuando el monje español fray Aguilar envío al Monasterio de Piedra en España las primeras plantas de cacao. Su gusto amargo no agradó a nadie por lo que solo se utilizaba como medicina.

Sin embargo, las monjas del convento de Guajaca (nombre que el rey Carlos V le dio a Oaxaca en 1532), añadieron azúcar al cacao lo que provocó que se comenzara a tomar bebido no solo en España sino en toda Europa, aunque estaba por decidir si era mejoro tomarlo claro o espeso.

De este modo, la preparación «a la española» se basaba en mezclar mucho cacao con agua de manera que quedaba espeso mientras que por otro lado, estaba quienes prefería tomarlo más líquido, es decir, «a la francesa», agregando leche.

Finalmente se impuso el método de hacerlo a la española y con ello que naciera esta expresión de «las cosas claras y el chocolate espeso», cuando queremos dejar algo muy claro o expresarnos con total sinceridad.