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Así es como se llama la cría del camello: casi nadie sabe su nombre real

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El camello es uno de los animales más conocidos del mundo, pero pocas personas saben cuál es el nombre de su cría. A lo largo de la historia, ha formado parte de muchas culturas y civilizaciones, como los comerciantes de la Ruta de la Seda, y representa capacidad de adaptación, paciencia y resiliencia, ya que puede resistir vario días sin agua.

Un dato curioso de la cría del camello es que tiene un desarrollo social muy particular. Aprende a interactuar con el grupo desde temprana edad, reconociendo a su madre, a otros adultos y a los jóvenes del rebaño. Estos vínculos sociales son fundamentales, ya que los camellos viven en manadas y dependen unos de otros para sobrevivir. La cría aprende jerarquías, comportamientos de defensa y comunicación, conocimientos que serán esenciales durante toda su vida.

¿Cómo se llama la cría del camello?

A diferencia de otros animales cuya cría tiene un nombre propio, como ternero en el caso de la vacas o potro en el de los caballos, la cría de camello no tiene ningún término específico, sino que  se denomina así.

Los camellos dan a luz después de un período de gestación que dura unos 13 meses, un periodo de tiempo sorprendentemente largo. La madre, que recibe el nombre camella, suele buscar un lugar tranquilo y seguro para parir, lejos de depredadores y del ajetreo del grupo. El parto suele ser rápido y el recién nacido puede ponerse de pie y caminar pocas horas después, lo que es fundamental para su supervivencia en entornos tan exigentes como el desierto.

La cría de camello pesa entre 30 y 40 kilogramos, al nacer y, aunque al principio parece frágil, desarrolla rápidamente una gran resistencia para adaptare a condiciones extremas de escasez de agua, temperaturas y largo desplazamientos. Durante las primeras semanas, su única fuente de alimentación es la lecha materna, que le proporciona todos los nutrientes y anticuerpos que necesita.

Los camellos son animales sociales, de manera que la cría y la madre establecen un vínculo muy fuerte, algo que también ayuda al aprendizaje de comportamientos esenciales para la vida en el desierto.

En lo que respecta al comportamiento, al igual que en el resto de especies animales, las crías de camello se muestran juguetonas y curiosas, a diferencia de los adulto, que son más serios y tranquilos. Se acercan a los humano con cuidado, pero cuando crecen en contacto cercano con personas, desarrollan un vínculo que puede durar toda su vida.

La salud de las crías también requiere especial atención. Aunque son animales resistentes, pueden sufrir de parásitos, desnutrición o enfermedades respiratorias si no se les cuida adecuadamente. Por ello, los criadores experimentados revisan periódicamente a sus crías, asegurándose de que reciban vacunas y suplementos necesarios para un desarrollo óptimo.

Datos curiosos

Poblaciones

«En la lista roja de la UICN, el camello salvaje se encuentra actualmente clasificado como en peligro crítico, lo que significa que su riesgo de desaparecer en la naturaleza es extremadamente alto. Por ello, resulta fundamental conocer cuántos camellos salvajes quedan, en qué zonas se encuentran y cómo utilizan los espacios dentro del parque nacional. Aunque la información pueda parecer sencilla, obtenerla ha sido siempre un desafío enorme. La combinación de su escasez y la extensión inmensa de su hábitat ha hecho que hasta ahora haya sido prácticamente imposible recopilar datos precisos», señala la Wild Camel Protection Fundation en su web.

Y añade: «para superar esta dificultad, hemos puesto en marcha un nuevo y emocionante proyecto de monitoreo mediante cámaras trampa. Esta técnica permite obtener información detallada sobre la población y el uso del espacio de los camellos salvajes, algo que nunca se había hecho a una escala tan amplia. Gracias a estas cámaras, podremos estudiar a estos animales de manera no invasiva, entender sus patrones de comportamiento y, en última instancia, tomar decisiones más efectivas para protegerlos y garantizar que esta especie tan emblemática no desaparezca de nuestro planeta».