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Alerta mortal de la OMS: nuevo brote del virus que mata en el 90% de los casos

El virus de Marburgo es una enfermedad de origen zoonótico

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En las últimas semanas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una alerta sobre el virus de Marburgo, una enfermedad viral extremadamente grave que se muy similar al ébola. El brote se ha detectado en Tanzania, concretamente en la región de Kagera, al noroeste del país, lo que ha encendido las alarmas a nivel global debido a la naturaleza virulenta de esta enfermedad.

El virus de Marburgo pertenece a la misma familia que el ébola y se propaga rápidamente a través del contacto directo con fluidos corporales infectados, lo que hace que las medidas de contención sean fundamentales. Los síntomas iniciales de la enfermedad son similares a los de otras infecciones virales graves, lo que dificulta su diagnóstico en las primeras etapas. La fiebre hemorrágica, acompañada de dolores de cabeza intensos, malestar general y hemorragias, es uno de los principales signos de que un paciente está infectado por el virus. La alta tasa de mortalidad, que alcanza hasta el 90%, convierte al Marburgo en una de las amenazas virales más letales para la salud humana.

Características y transmisión del virus de Marburgo

El virus de Marburgo es una enfermedad de origen zoonótico, lo que significa que se transmite de animales a humanos, generalmente a través del contacto con murciélagos frugívoros, que son considerados los principales reservorios del virus. Cuando los humanos entran en contacto con estos animales o sus fluidos, pueden contraer el virus y empezar a mostrar los primeros síntomas dentro de un periodo de incubación que oscila ente dos y veintiún días.

La enfermedad comienza con síntomas repentinos de fiebre alta, dolores musculares, dolores de cabeza intensos y malestar general. A medida que la enfermedad avanza, los pacientes experimentan hemorragias internas y externas, especialmente en las encías, los ojos y otras zonas del cuerpo. La deshidratación severa y la pérdida masiva de sangre son comunes en los casos más graves, lo que contribuye a la alta tasa de mortalidad de la enfermedad. En muchos casos, los pacientes suelen fallecer entre ocho y nueve días después de la aparición de los síntomas, lo que subraya la rapidez con que el virus puede causar la muerte.

La rápida propagación del virus es otro factor alarmante. El contacto directo con los fluidos corporales infectados, como sangre, vómitos, orina, sudor o semen, es una de las principales formas de transmisión. Además, el contacto con superficies y objetos contaminados también puede facilitar la propagación del virus.

Medidas de control y prevención

Ante la amenaza del virus de Marburgo, las autoridades sanitarias de Tanzania y otros países afectados están implementando medidas estrictas para controlar el brote y prevenir una mayor propagación. Estas medidas incluyen el aislamiento de los pacientes infectados, el rastreo de contactos cercanos y la educación a la población sobre los riesgos de la enfermedad y las prácticas de prevención.

El control de los brotes de Marburgo también implica el fortalecimiento de las infraestructuras sanitarias locales, para asegurar que se disponga de suficientes recursos y personal capacitado para manejar los casos. La identificación temprana de los casos y el tratamiento adecuado de los pacientes son factores clave para reducir la tasa de mortalidad, aunque actualmente no existe un tratamiento antiviral específico aprobado para el virus.

¿Llegará el virus  a otros países?

Aunque el virus de Marburgo es originario de África, los temores de que el brote pueda extenderse a otras partes del mundo son válidos, dada la globalización y la alta movilidad de las personas. En el caso de España, aunque el virus aún no ha llegado oficialmente, las autoridades sanitarias mantienen un sistema de vigilancia constante para detectar posibles casos importados y evitar que se produzcan contagios masivos.

En 2023, durante el brote de Marburgo en Tanzania, se temió que el virus pudiera haber llegado a Europa. Afortunadamente, los protocolos de seguridad y control de infecciones implementados en el país ayudaron a evitar que el virus se propagara. Sin embargo, los expertos insisten en que la comunidad internacional debe estar preparada para enfrentar nuevas emergencias de salud pública como ésta.

En definitiva, el brote de Marburgo es sólo una de las muchas amenazas que enfrenta la salud pública global. Con una tasa de mortalidad tan alta, el virus de Marburgo representa una amenaza significativa para la salud de las personas en las regiones afectadas y para la comunidad internacional en su conjunto. Aunque las medidas de control se están implementando con éxito, la prevención y la preparación son fundamentales para evitar que el virus se propague aún más.

Es esencial que la comunidad global siga colaborando para abordar esta amenaza y garantizar que los países estén preparados para enfrentar futuras epidemias. Las investigaciones científicas, el desarrollo de tratamientos y vacunas, así como la educación y sensibilización de la población, son claves para reducir el impacto del virus y salvar vidas en el futuro.