Cultura
Fundadores de la productora valenciana 'La Tribu Animation' - Animayo 2018

Jaime Maestro y Nadia Ruiz: «El cine de animación no es infantil, si has perdido el niño interior es tu problema»

  • Iñigo Artola
  • Portadista. Redactor de cultura, internacional, política, sociedad y lo que haga falta. Devorador insaciable de series y películas.

El cine de animación está en auge. Entre las películas más taquilleras del año siempre hay un trabajo animado pero en los 90 años de los Oscar tan solo tres cintas han optado a hacerse con la estatuilla a Mejor Película: ‘La Bella y la Bestia’, ‘Up’ y ‘Toy Story’. Aunque los rumores dicen que jamás tuvieron opciones reales. El desconocimiento sobre esta industria, que mueve miles de millones al año, es enorme. Animayo, el festival dedicado a la animación nacido en Gran Canaria hace 13 años, trata de acercar este mundo al gran público. Entre los invitados de esta edición se encuentran Jaime Maestro y Nadia Ruiz, fundadores de la productora valenciana ‘La Tribu Animation’. Ellos, como expertos en la materia y con una cercanía más que agradable, explican a los lectores de OKDIARIO los entresijos de una película de animación.

Aunque, a día de hoy, la complicidad entre ambos diga lo contrario, Nadia y Jaime se conocieron enfrentados. A Nadia le presentaron un problema hace años: el director de cine estrella de una escuela de animación valenciana dejaba el centro poniendo en peligro las matriculaciones. Ella venía de especializarse en organizaciones en el norte de Europa, tras estudiar Sociología, la carrera que le ayudó a desarrollar su pasión: «Yo empecé a estudiar Bellas Artes pero ahí me dí cuenta de que lo que me gustaba de verdad era observar a las personas y comprender lo que hacían y por qué lo hacían». La «superestrella» de la escuela era Jaime, que abandonaba la docencia para dirigir una película de animación, su verdadera pasión. Jaime no dejaba atrás nada ni estaba dando la espalda a nadie, él seguía su camino. Un camino que pisó por primera vez cuando «apenas había 20 o 30 personas que conocían el 3D en España» y que, todavía hoy, se pierde en el horizonte.

Logo de ‘La Tribu Animation’

Nadia salvó la escuela y consiguió, gracias a esos contactos enfrentados como la ‘salvadora de la escuela’ con el ‘malo de la película’, sembrar la semilla que tiempo más tarde les volvería a juntar. Jaime comenzó a trabajar para ‘Animal Crackers’, un proyecto internacional con voces como Danny de Vito o Sylvester Stallone, entre otros, y que se estrenará este año. Necesitaba alguien para llevar la selección de personal y se acordó de Nadia. Ahora, gracias a la profesionalidad de ambos, de aquel conflicto ha nacido una prometedora productora asentada en Valencia llamada ‘La Tribu Animation’. Para comenzar con este bautismo de inmersión en el mundo de la animación partiremos de una premisa establecida por Jaime: «Un segundo de película animada equivale a una jornada entera de trabajo de una persona». 

Pregunta: ¿Cuál es la principal diferencia entre cine de animación y cine de actores? 

Jaime: La principal diferencia está en si la animación la hace un actor o un animador. Si el trabajo de 3D sustituye a las prótesis habituales  y al maquillaje, es cine real. ‘Avatar’ es una película de actores en la que todo el proceso de maquillaje se ha hecho de forma digital. Y creo que ambos mundos conviven perfectamente, aunque la industria digital tiene que terminar de encontrar su lugar. Al entrar en cualquier estudio de animación te das cuenta de que está más cerca de cualquier empresa de Sillicon Valley que de una productora al uso. Estamos más cerca de la industria digital que del cine al uso, aunque tenemos un pie en cada campo.

Nadia: El principal problema a la hora de diferenciarlos es que la industria digital todavía está en plena transición de asentarse y encontrar su espacio en el ecosistema del cine. En general, se clasifica al cine de animación como cine de acción y, en muchas ocasiones, estamos más cerca de los videojuegos. Muchas veces, el público se da cuenta de que, aunque los efectos especiales sean una pasada, el guión de la película flojea o falla. Y achacan ese problema a la industria digital cuando no es responsabilidad suya. Como ejemplo de esto está ‘Coco’, que tiene un guión tan bueno que se podría haber hecho con actores. Nosotros queremos reivindicar la animación como industria digital. Y aunque sea una industria tecnológica, es muy artística. En cualquier festival de tecnología te dicen que ellos nunca van a sustituir a un buen dibujante, a una buena ilustradora o a un equipo de guionistas. Ponen la tecnología al servicio del arte.

P: El público desconoce los nombres y las caras de los grandes animadores, cuando conocemos hasta el más mínimo detalle de la vida de las estrellas de cine. ¿Va a llegar el día en que un animador o un director de animación paseen por la alfombra roja? 

Nadia: Mira, se me ha puesto hasta la piel de gallina. A mi me parece una pena que no se conozca le trabajo que hay detrás. A mi madre le he explicado todo el proceso y, después de ver ‘Coco’, me dijo que la había disfrutado mucho más ahora que conocía la dedicación que hay detrás. La gente ve dibujitos y no es consciente de toda la investigación y el trabajo tecnológico que hace falta para llegar ahí. Muchísimas veces a quien vemos recogiendo los premios es a los productores. Y sí, sin dinero no hay película. Pero pienso que habría que reivindicar más la labor del artesano, del artista. Que, en definitiva, es el que esta generando el trabajo de calidad que repercute económicamente. Lo que no se nombra o no se enseña parece que no existe y por eso pienso que hay que dar a conocer el interior de este mundo.

Jaime: La gente no es consciente del trabajo de los animadores. A mi, una mujer mayor, me llegó a decir que pensaba que los dibujos los hacían niños. No se percatan de que hay un trabajo profesional detrás que da de comer a miles de familias y con gente dedicada en cuerpo y alma. Por ejemplo, este año recogiendo el premio al mejor corto de los Oscar, el de Kobe Bryant, estaba Glen Keane. Es una leyenda de Disney, el que cambió un poco la animación y llevó a la compañía a su edad dorada. Y nadie le dio especial relevancia. Somos, un poco, el patito feo del cine. En los festivales nunca pasamos por la alfombra roja. En los Goya, por ejemplo, cuando yo gané el premio a Mejor Corto nos hicieron entrar por detrás. Al parecer, según me han contado, eso ha cambiado y ahora si que pasan delante de la prensa. Aunque también te diré que yo, y muchos como yo, estoy muy cómodo en la sombra. Pero es cierto que habría que ofrecer más referentes públicos para visibilizar el sector.

La Tribu al completo con Jaime Maestro y Nadia Ruiz en el centro de la imagen. Foto: La Tribu Animation

P: ¿Cuál es el proceso que se lleva a cabo para realizar una película de animación?

Jaime: Como en el cine real, todo empieza con el guión. Una buena idea que se desarrolla igual que en el cine de toda la vida. A partir del guión se desencadenan una serie de procesos creativos en los que trabaja muchísima gente. En animación se empieza todo desde cero. Hay que crear, de la nada, desde las hojas de los árboles en un bosque, hasta cada pelo de las pestañas de un personaje. Tu, como animador, tienes la decisión total sobre ese universo que estás creando. Esto, poder crear desde cero, es uno de los grandes alicientes artísticos de la animación. Luego se pasa al ‘storyboard’, donde se anima sobre el papel la película. Y después ese ‘storyboard’ se pasa a imagen y sonido. Es aquí donde se pasa de 2D a 3D, porque muchos animadores, como los hermanos Grangel, siguen trabajando a lápiz hasta este momento del proceso. Aquí comienza la labor digital de esculpir los personajes y los escenarios. Se le da textura y volumen a cada elemento. Aquí entran los distintos departamentos, que explicaremos mas adelante, encargados del pelo o el esqueleto (los llamados ‘riggers’) entre infinidad de detalles. Y una vez los personajes y los escenarios están creados, entra en juego el animador que va a dar vida a ese personaje. En este momento de la producción es cuando los animadores dotan de personalidad y movimiento a los personajes. Una vez está animado, la película pasa al departamento de efectos especiales donde se generan los fuegos, el agua, los humos, etc. Se renderiza el trabajo realizado y finalmente llega el montaje.

Nadia: Es un proceso larguísimo. Para un solo movimiento de un dedo hacen falta muchísimas horas de trabajo. Un segundo de película equivale a una jornada entera de trabajo de una persona. Por eso, en cine real se graba mucho bruto y luego se monta. En animación se intenta no desechar nada, porque una escena tirada  la basura pueden significar miles de euros perdidos. Tener a un equipo de animadores parados durante un día, por un error, es una pérdida enorme para la productora también.

P: ¿Qué jerarquía existe en mundo de la animación?

Jaime: El productor es el que arranca el proyecto y el responsable de la financiación. A la par está el director, que se responsabiliza de la parte artística. Estas dos figuras se tienen que entender a la perfección para que la película salga adelante. El director es el que tiene la visión de la película. Pero en animación, como hay que decidir tantísimas cosas, se suele trabajar con más de un director entre los que se dividen distintas áreas de un proyecto. El director coordina, por así decirlo, el trabajo de cientos de personas. Antes, cuando yo empecé, todo era mas fácil. Una persona sola podía sacar adelante un corto, ahora hay tantos detalles y se ha avanzado tanto que hay que ‘superespecializarse’. Por eso hay gente experta en pelo o en general pieles realisticas. Ser bueno en todo es imposible.

Nadia: El jefe de clan, o supervisores como se les llama en la industria, distribuye los trabajos entre los equipos dentro de un clan, porque un solo clan tiene entre 40 y 5o personas. Dentro de cada clan hay distintos equipos, entre 6 o 7 personas, que responden ante un líder. Este líder reparte el trabajo, que le entrega el jefe de clan, equitativamente entre su equipo en función de las capacidades de cada uno.

Los 10 ‘clanes’, o departamentos, con los que trabaja ‘La Tribu Animation’

P: Vamos a hacer balance. ¿Con qué película de animación os quedáis de 2017? ¿Y de toda la historia?

Jaime: Sin duda ‘Coco’ ha sido una apuesta muy arriesgada. Y ha salido victoriosa. Películas como esta hacen mucho bien a la animación porque la acercan al público general y la alejan un poco del mundo infantil. En general yo me quedo con el estudio Ghibli, y más en concreto con todo el trabajo de Miyazaki. Un referente para muchos en el mundo de la animación y un maestro con mayúsculas.

Nadia: Es difícil elegir entre todas las películas de Marvel (riendo). Nosotros somos muy fans de la saga, pero de 2017 me quedo con ‘Wonder Woman’ de DC Comics. Mujeres poderosas que hay que reivindicar. Aunque he decir que ‘Coco’ me parece una de las películas de animación más significativas de la Historia. De todas las cintas de animación, elegiré ‘Brave’ porque es la primera película de Disney dirigida y escrita totalmente por una mujer y porque me parece un referente femenino muy fuerte. Además, la historia me encanta.

P: ¿Qué les diríais a aquellos que dicen que los dibujos animados son cosa de niños?

Nadia: Yo les preguntaría directamente si han visto ‘Del Revés’ o ‘Coco’ de Disney. Yo me siento a ver ‘Vaiana’ y me motiva mogollón. No necesariamente hay que ser un niño o estar en el target infantil para disfrutar con estas películas.

Jaime: Es difícil romper ese prejuicio pero depende de cada uno. En cualquier caso, no pasa nada por que sean para niños. Si tu has olvidado tu infancia o has perdido tu niño interior es problema tuyo.