Cultura

El inversor de Silicon Valley que defiende la importancia de las Humanidades para guiar a las grandes tecnológicas

¿Eres de ciencias o de letras? Esta división nos ha perseguido a lo largo de toda nuestra vida, desde que decidimos que estudiar. Esta dicotomía está tan presente que nos define como personas y nos limita en el entorno laboral.

No hay duda de que los elogiados estudiantes que cuentan con títulos de ingeniería seguirán teniendo una importancia crucial en el establecimiento de la infraestructura tecnológica, pero la realidad es que las empresas de nueva creación más exitosas también requieren de un gran contexto industrial, de psicología para comprender las necesidades y deseos de los usuarios, de un diseño intuitivo y de habilidades de comunicación y colaboración adecuadas.

Serán precisamente los graduados en literatura, filosofía y ciencias sociales quienes ayuden a guiar a las startups tecnológicas más exitosas. En Menos tech y más Platón, Scott Harley trata de reformular este debate, reconociendo la necesidad de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM), pero sin desdeñar el rol de las humanidades. Si logramos apartar el velo de la tecnología, podremos ver que, es nuestra humanidad la que completa el proceso creativo.

Según el autor, «nuestra tecnología debería proporcionar esperanza y, para ello, es esencial que políticos, educadores, padres y estudiantes reconozcan esta falsa división entre una alfabetización tecnológica y otra basada en nuestras habilidades y competencias más humanas».

Los mayores problemas humanos requieren que combinemos el aprecio por la tecnología con un respeto continuo por aquellos que estudian nuestra condición humana. Debemos revalorizar la importancia de las humanidades mientras continuamos progresando y siendo pioneros de nuevas herramientas tecnológicas.

A medida que avancemos, necesitaremos tanto lo intemporal como lo oportuno. Menos tech y más Platón refleja la importancia de la ética, las humanidades y las habilidades sociales en un mundo inminentemente tecnológico y su aplicación en las tecnologías que dominarán el futuro del trabajo: el big data, la inteligencia artificial o la robótica, entre otras.

Scott Hartley, además, analiza algunas de las empresas más innovadoras de la actualidad y muestra cómo los fundadores de las empresas más importantes de Silicon Valley, Apple, Uber, Google, PayPal o LinkedIn han incorporado las humanidades para mejorar su tecnología, innovar constantemente y resolver problemas. En definitiva, nos enseña por qué es necesario humanizar la tecnología y dotarla del componente más importante, las personas.

Scott Hartley es inversor de riesgo en Silicon Valley. Ha trabajado para empresas como Google y Facebook, además de en el Centro Berkham Klein de Internet y Sociedad de la Universidad de Harvard. También participó en el programa Presidential Innovation Fellow de la Casa Blanca. Es miembro del Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York.