Cultura

25 años después de su muerte, Freddie Mercury canta a capela por primera vez

  • Iñigo Artola
  • Portadista. Redactor de cultura, internacional, política, sociedad y lo que haga falta. Devorador insaciable de series y películas.

A pesar de que hoy se cumplen 25 años desde que dejó este mundo, Freddy Mercury nunca morirá mientras su música permanezca en la memoria de la historia. El que se convirtió en la primera víctima mortal pública del SIDA fue el artífice detrás de canciones que se han convertido en auténticos mitos melómanos.

¿Quién no ha entonado ‘We are the champions’ alguna vez en su vida? Pocos podrán responder a esta pregunta negativamente. Y menos aun los que se resisten a escenificar los característicos acordes musicales que acompañan al estribillo con un trio de onomatopeyas («chán, chán, chán»). Ahora, Mercury vuelve a ser protagonista de las redes sociales gracias a unos vídeos re editados, sin música, del cantante. En ellos podemos disfrutar de la voz del cantante sin ningún arreglo musical. A pelo. Y no defrauda.

«Cuando estoy en el escenario soy muy extrovertido, pero por dentro soy completamente diferente»

Farrokh Bulsara, el hombre detrás del mito, nació en la isla africana de Zanzíbar, entonces protectorado británico y hoy comunidad semiautónoma de Tanzania. Sus comienzo humildes contrastan con la fama que adquirió con Queen, el grupo que lideró hasta el final de sus días. Una fama que, a pesar de haberla disfrutado o sufrido en vida, no subió a lo más alto hasta después de su muerte en 1991.

Freddy Mercury en un concierto en junio de 1982. Foto: GettyImages

La puesta en escena estrambótica y original de Mercury podrían hacerle parecer una persona extrovertida y sin ningún tipo de vergüenza. Pero, sumando a la lista de contrastes que presentaba este mito del rock, Mercury era conocido por su hermético secretismo en cuanto a su vida privada se refiere. Los que trataron con él, lo describen como una persona tímida y reservada.

Esta timidez le empujaba a ser muy cerrado con la prensa y a conceder muy pocas entrevistas. Tal y como decía el propio Mercury: «Cuando estoy en el escenario soy muy extrovertido, pero por dentro soy completamente diferente».

En 1985, Mercury inició una relación con Jim Hutton. Mercury, que se había declarado bisexual abiertamente en diversas ocasiones, mantuvo una relación de 6 años con Hutton, quien le acompañó hasta el día de su muerte. Hutton falleció en 2010, 19 años más tarde que el célebre cantante.

Jim Hutton con Freddy Mercury. Foto: Agencias

En 1987, según Hutton, a Mercury le diagnosticaron SIDA. En aquella época, los estigmas sociales que pesaban sobre el SIDA y la poca aceptación que tenía en la sociedad la homosexualidad, hicieron que tratara el tema con extrema confidencialidad. Fuentes cercanas al cantante relataron después de su muerte cómo el vocalista de Queen entraba las medicinas a escondidas para que nadie se enterara de la enfermedad que le provocaría la muerte.

A pesar de que lo negó explícitamente, la rumorología popular y su apariencia, la prensa británica, alentó el rumor de que padecía el SIDA. La ausencia de giras de Queen y la apariencia enferma de Mercury alimentaron el rumor hasta convertirlo en un secreto a voces.

El 22 de noviembre de 1991, Mercury se reunía con el mánager de Queen, Jim Beach, para discutir si confirmaba el rumor que se había apoderado de su figura pública. Un día después, hacían público este comunicado:

"Siguiendo la enorme conjetura de la prensa de las últimas dos semanas, es mi deseo confirmar que padezco sida. Sentí que era correcto mantener esta información en privado hasta el día de la fecha para proteger la privacidad de los que me rodean. Sin embargo, ha llegado la hora de que mis amigos y seguidores conozcan la verdad y espero que todos se unan a mí y a mis médicos para combatir esta terrible enfermedad. Mi privacidad ha sido siempre muy importante para mí y soy famoso porque prácticamente no doy entrevistas. Esta política continuará"

Escasas 24 horas después de hacer público el comunicado, y a la edad de 45 años, Farrokh Bulsara, mundialmente conocido como Freddy Mercury, fallecía dejando a Queen huérfano y una larga lista de éxitos musicales que se convertirían en hitos históricos de la música. El artista fue incinerado pero jamás trascendió dónde descansan sus restos.