Torturada durante 72 horas por celos tras una fiesta: le quemaron la vagina con una cuchara incandescente

Una mujer de 43 años fue liberada la semana pasada por la Policía Local tras haber pasado 72 horas de auténtico terror en un piso del barrio valenciano de Quatre Carreres, donde fue retenida contra su voluntad, agredida físicamente, humillada, y torturada presuntamente por otra mujer, con quien mantenía una relación de desconfianza y celos, ya que la agresora creía que la víctima había mantenido relaciones sexuales con su pareja.

El suceso fue destapado el pasado martes 29 de julio a las 14:05 horas, cuando un vecino observó desde la calle a una mujer en el balcón de una vivienda gritando y pidiendo ayuda, visiblemente alterada y con hematomas y contusiones en el rostro.

El testigo alertó al 092 (Policía Local), y varias patrullas acudieron al lugar de forma inmediata. Al llegar, encontraron a la mujer en la vivienda, pero fue interrumpida por otra mujer desde el interior, que negó todo y trató de evitar el contacto con los agentes. Ante la insistencia policial y la amenaza de derribar la puerta, finalmente la sospechosa accedió a abrir.

Una vez los agentes consiguieron acceder al domicilio, la víctima corrió hacia las autoridades en estado de fuerte nerviosismo, deshidratación y con múltiples lesiones físicas visibles. De inmediato fue atendida por los servicios médicos de emergencia y trasladada a un centro sanitario.

La detenida ya está en prisión

La presunta agresora, que fue detenida en el mismo lugar por los agentes y posteriormente puesta a disposición de la Policía Nacional, negó haber cometido ningún delito, alegando que ambas eran «trabajadoras sexuales» y que las heridas que presentaba su compañera habían sido «provocadas por un cliente».

No obstante, las evidencias físicas, el relato de la víctima y el escenario del piso desmontaron esa versión, que poco después se confirmó que todo el suceso se debía a la creencia de la agresora de que la víctima había «mantenido relaciones sexuales con su pareja tras una fiesta». Fuentes policiales calificaron el caso como un episodio de «violencia brutal, claramente premeditada y de motivación emocional», probablemente relacionada con celos o sentimientos posesivos.

Según ha contado la víctima en una entrevista a El Norte de Castilla, la agresora le amenazaba de la siguiente forma: «O te dejas quemar durante dos minutos o te saco los ojos con unas tijeras, te voy a quemar para que no vuelvas a tener sexo con ningún hombre».

La mujer detenida finalmente pasó a disposición judicial en las horas siguientes. El juez de guardia acordó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, imputada por los presuntos delitos de:

• Detención ilegal.
• Agresión física.
• Tortura.
• Amenazas graves.