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Sorpresón entre los astrónomos al descubrir que el polo norte de una luna de Saturno no es inerte: puede tener vida

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

Los científicos no paran de estudiar las posibilidades de investigación que existen en la luna de la Tierra. Sin embargo, tampoco se olvidas de los satélites de otros planetas del Sistema Solar. Ahora, el foco está puesto en Saturno.

Por increíble que parezca, la luna Encélado, uno de los grandes enigmas de Saturno, vuelve estar de actualidad. En un primer momentos los astrónomos pusieron el foco en su polo sur, pero la sorpresa ha llegado desde el polo norte.

Según un estudio publicado en Science Advances, el polo norte de esta luna de Saturno no es un simple desierto helado e inerte, sino que puede liberar calor interno. Ese pequeño detalle lo cambia todo, y abre la esperanza a la aparición de vida.

La luna de Saturno con un calor interno, que ningún científico había observado

El trabajo se encargó de analizar los datos del Espectrómetro Infrarrojo Compuesto (CIRS) recopilados por la misión Cassini entre 2004 y 2017. Según este análisis, el polo norte emite unos 7 kelvin más de lo esperado si su superficie únicamente reflejara la luz solar o el resplandor de Saturno.

Para explicar esa diferencia térmica, los investigadores han calculado un flujo de calor interno de unos 46 milivatios por metro cuadrado, equivalente a unos 1,7 gigavatios de energía liberada bajo el hielo.

La cifra puede parecer pequeña en comparación con los entre 4 y 19 gigavatios del polo sur, pero es la primera evidencia de calor endógeno fuera del hemisferio sur.

Esto es un giro radical. Encélado no sería un mundo partido en dos, sino un cuerpo globalmente activo cuyo interior distribuye energía de forma más compleja de lo que se creía.

De hecho, el estudio hace hincapié en que este calor adicional coincidió con el invierno boreal de 2005, cuando el polo norte estaba sumido en la oscuridad y rondaba los 30 kelvin.

Por qué Encélado podría ser una luna potencialmente habitable

Los investigadores han descartado cualquier fuente externa. De hecho, han señalado como más probable a un mecanismo de sobra conocido: la fricción de marea.

Encélado orbita a Saturno con una ligera excentricidad, lo que provoca un estiramiento y compresión continuos del satélite. Esa tensión interna es lo que genera calor.

La clave es que el calor no se escape más rápido de lo que se produce, y las nuevas mediciones indican que ese equilibrio se mantiene. De hecho, al combinar los valores del norte y del sur, el flujo total emitido por Encélado no superaría los 54 gigavatios.

Esta cifra es muy cercana a lo esperable, lo que probaría que el satélite se encuentra en un estado térmico estable de larga duración. Es decir, tiene un requisito esencial para que su océano subterráneo pueda persistir durante millones de años.

Esto se traduce en un aumento increíble de la probabilidad de que Encélado sea un entorno potencialmente habitable, tal como han planteado en el estudio de Science Advances.

El futuro de Encélado: la luna de Saturno que puede albergar vida

El hallazgo abre nuevas preguntas como si el calor variará con el tiempo o si hay zonas más calientes bajo el hielo. Para responderlas será necesario aumentar las observaciones del polo norte.

La NASA ha sido capaz de encontrar indicios de moléculas de vida hasta fuera de la Vía Láctea, pero el problema con Encélado es el tiempo: no hay una misión prevista hasta la década de 2040, liderada por al Agencia Espacial Europea (ESA).