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¿Qué es una explosión de rayos gamma y qué significa?

Una explosión de rayos gamma es uno de los eventos más potentes del universo. ¿Sabes en qué consiste? Aquí te lo contamos.

  • Francisco María
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La explosión de rayos gamma es uno de los fenómenos  que más energía emite en el universo. También conocidas como GRB por sus siglas en inglés, estas explosiones son muy similares a las supernovas. Ellos son la consecuencia de poderosos estallidos en galaxias lejanas. Algunos  son leves y duran pocos segundos, otros se extienden un poco más, e incluso pueden ser vistos por el hombre. Aunque no siempre nos damos cuenta, la Tierra es bombardeada por estos rayos casi a diario. Por fortuna, la atmósfera nos protege.

Una interesante fuente de datos

Las GRB nos ofrecen información importante sobre la más temprana historia del Universo.  Estrellas más masivas que el sol al morir explotan en una supernova, un evento estelar que puede no pasar desapercibido. Como consecuencia surgen estrellas compactas, llamadas estrellas de neutrones. También pueden aparecer agujeros negros.

Una estrella de neutrones es tan densa que una pequeña porción de ella puede pesar miles de toneladas. Al morir generan explosiones de rayos gamma, conocidos también como los más grandes estallidos de todo el universo.

Otros orígenes de los rayos, fuente de luz

Los rayos gamma también pueden surgir de supernovas de soles gigantes. Tras la explosión, estas colapsan en un agujero negro. Estas explosiones ocasionan emisiones repentinas de rayos gamma que son altamente energéticos. Pueden emitir mucha más energía que la que ha producido el sol en toda su vida. Algunas requieren equipos especiales para poder apreciarlas, otras han sido visibles al ojo humano por espacio de segundos o minutos.

Después de la repentina explosión sigue un resplandor de luz muy visible.  Con ayuda de telescopios especiales de gran envergadura, se han detectado eventos en sitios sumamente lejanos de la tierra. Herramientas como el Very Large Telescope, del Observatorio Europeo del SUR (ESO, por sus siglas en inglés) o el Espacial de Rayos Gamma Fermi de la NASA, han sido de gran utilidad.

Observatorios y datos concluyentes sobre los rayos gamma

Gracias a estos equipos, hoy se puede determinar incluso la cantidad de años luz que un rayo gamma tarda en llegar hasta la tierra. Afortunadamente nuestra atmósfera les impide el paso, ya que son sumamente dañinos para las especies.

Según las observaciones de los científicos hay dos tipos de GRB. Existen los de corta duración, que se extienden por unos segundos y son los más frecuentes. También están los de larga duración. Hay sospechas de que ambos suceden por dos eventos cósmicos distintos.

Hace 18 años, en el 2003, un grupo de astrónomos relacionó los GRB de larga duración con las hipernovas. Los telescopios de ESO les permitieron vincular los rayos gamma con las explosiones finales de estrellas masivas. Tras un mes de seguimiento, corroboraron que la luz tenía características parecidas a una supernova.

Emisiones de rayos gamma de corta duración

Dos años después, los mismos telescopios de ESO detectaron un hecho importante por primera vez: La luz visible que persigue a una emisión de rayos gamma de corta duración. Después de un seguimiento y evaluación que se extendió por unas tres semanas, concluyeron que una GRB de corta duración no se debe a una hipernova.

Casi a diario los estallidos de rayos gamma leves y cortos golpean la tierra, los cuales son retenidos por la atmósfera. Pero en algunos momentos se han experimentado situaciones más intensas.

El 15 de abril del 2020, a las 4:42 am, una gigantesca llamarada de GRB pasó frente a Marte. Apenas duró 140 milisegundos, pero se sintió en varios satélites, en la Estación Espacial Internacional que orbita alrededor de la Tierra y en una nave espacial. Fue la primera llamarada gigante que se conoce desde 2008, la cual liberó una potente energía. Se le denominó GRB 200415ª.

La Red Interplanetaria o IPN es un grupo de máquinas espaciales, por lo general satélites, equipado con detectores de ráfagas de rayos gamma. Ellos encontraron el lugar en donde vino la llamarada. Estalló en la constelación del Escultor, específicamente en un magnetar, lo cual es también inusual. Se conocen unos 30 magnetares en la vía Láctea, los cuales se definen como magnetoestrella. Se trata de un tipo de estrella de neutrones alimentada con un muy fuerte campo magnético

Muy pocas GRB habían sido rastreadas hasta este tipo de objetos. La mayoría venían de dos estrellas de neutrones que se orbitaban entre sí o de una supernova.

Algunas conclusiones de los estudios

En la actualidad existen instrumentos que permiten detectar las explosiones de rayos gamma de muchas maneras. Las ondas gravitacionales son de gran utilidad. Se trata de «ondulaciones en la curvatura del espacio tiempo” producidas por eventos violentos en el cosmos. Sus ráfagas son portadoras de amplia información. Así, por ejemplo, se pudo comprobar que la llamarada de abril de 2020 se trato de una explosión doble.

Las investigaciones sobre estos rápidos, pero energéticos estallidos mantienen ocupada a la comunidad científica, cuyos hallazgos son sumamente interesantes.