Ciencia
Antibióticos

Hallan en el Ártico la solución al preocupante problema a la resistencia a los antibióticos

Este importante hallazgo sobre los antibióticos puede cambiar el futuro de la humanidad

La crisis de los antibióticos: ¿cuál es la solución?

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

La resistencia a los antibióticos es un problema al que la humanidad debe enfrentarse en breve, el Ártico podría ser la solución que todos buscan. Estos medicamentos aparecieron a finales de los años 20 del siglo pasado, es decir, dentro de poco cumplirán 100 años. La humanidad ha sobrevivido sin ellos, de hecho, seguramente nuestros abuelos nunca los tomaron, ya que en sus inicios no estaban al alcance de cualquiera. Pero en los últimos tiempos su uso se ha masificado.

Se usan para tratar infecciones de forma masiva, desde bebés hasta adultos, con lo cual, la humanidad se enfrenta a un problema enorme de dependencia de unos elementos que son claves para combatir determinadas infecciones. El consumo de los antibióticos debe ser moderado o nulo, es decir, siempre que no haya una infección y estén siempre pautados por los profesionales de la salud. El cuerpo genera resistencia a estos medicamentos y en especial bacterias que pueden ser peligrosas y con este elemento pueden suponer un cambio de rumbo que será fundamental. Lo que se ha descubierto en el Ártico puede dar solución a este terrible problema.

El problema a la resistencia a los antibióticos

Los antibióticos han acabado siendo un elemento indispensable para hacer frente a determinadas infecciones. Desde que se inventaron se consiguieron convertir en un elemento básico de una medicina que durante los últimos tiempos ha cambiado mucho la manera de funcionar.

La llegada de más y más antibióticos ha acabado siendo el elemento esencial para combatir las distintas enfermedades. Estamos acostumbrados a recibir una medicación que puede acabar siendo la que marque una diferencia importante en todos los sentidos. Por lo que, debemos tener por delante una serie de retos que son fundamentales.

Habrá llegado el momento de empezar a pensar en todo lo que nos espera si seguimos con la misma línea. Aunque cada vez que pasa todo se ve modificado y empezamos a trabajar abiertamente ante una serie de elementos que serán los que marcarán una diferencia importante en todos los sentidos.

La esperanza de los expertos la podemos tener puesta en un Ártico en cuyas profundidades se esconden una serie de secretos que debemos empezar a conocer de primera mano. Esta podría ser la solución a la resistencia a los antibióticos que tenemos más cerca de lo que nos imaginaríamos.

La solución a este preocupante problema podría estar en el Ártico

Los expertos de El Tiempo nos dan una alegría al traducir uno de los artículos recientes que nos sirve para poder determinar si el fin de la resistencia a los antibióticos puede ser una realidad. En el Ártico podría estar una solución que esperamos con los brazos abiertos que se acabe haciendo realidad.

Según nos explican: «Aproximadamente el 70% de los antibióticos descubiertos hasta ahora provienen de actinobacterias, un grupo de bacterias que, en su mayoría, habita en el suelo terrestre. Pero la disminución de su eficacia ha obligado a los investigadores a explorar nuevos horizontes para encontrar soluciones. Y el mar parece el más prometedor».

Siguiendo con la misma explicación: «En particular, las actinobacterias marinas están siendo estudiadas por su capacidad para producir una gama más diversa de compuestos químicos en comparación con sus homólogas terrestres. Su capacidad de adaptación a un entorno tan hostil podría ser la clave para descubrir nuevos antibióticos que puedan superar la resistencia bacteriana».

Estos recientes estudios podrían cambiarlo todo: «Sobre esto profundiza un reciente estudio publicado en la revista Frontiers in Microbiology. Durante una expedición en 2020, investigadores de la Universidad de Helsinki en Finlandia y de Tromsø, en Noruega, se centraron en el análisis de actinobacterias marinas extraídas de invertebrados en el océano Ártico. Los resultados arrojaron un rayo de esperanza. Y es que, mediante el análisis de muestras, descubrieron que estos microbios marinos pueden producir compuestos capaces de combatir bacterias patógenas. Ya lo han logrado con la E. coli enteropatógeno (EPEC), responsable de la diarrea severa, especialmente en niños, y que representa un riesgo significativo para la salud pública. El mecanismo de actuación de estos compuestos, que provienen de cepas de los géneros Rhodococcus y Kocuriaes, es particularmente interesante. Impiden que las bacterias EPEC se adhirieran a la superficie celular y tomen el control de la maquinaria molecular de las células, lo que resulta crucial para la infección».

Quizás estemos ante un descubrimiento que puede cambiarlo todo: «Päivi Tammela, coautora del estudio y profesora de biología farmacéutica, ha subrayado la importancia de continuar esta línea de investigación. A pesar de los desafíos, la científica se muestra optimista sobre el potencial de estos compuestos marinos, y cree que es «absolutamente» posible que haya muchos más similares esperando ser descubiertos en las profundidades del océano».