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Los expertos piden que nos preparemos: la tormenta solar podría dejarnos totalmente incomunicados en horas

En los últimos días, varios organismos internacionales han emitido avisos sobre una tormenta solar especialmente intensa que está golpeando el campo magnético de la Tierra. El episodio, que incluye una fulguración de clase X5.1 y tres eyecciones de masa coronal consecutivas, ha llevado a muchos expertos a pedir precaución y preparación ante posibles interrupciones tecnológicas. Pero ¿de qué modo nos puede afectar este fenómeno?, los expertos llegan a hablar de incomunicación durante horas.

En España, el tema ha generado interés, sobre todo porque la NOAA estadounidense elevó sus alertas a nivel severo (G4) para los pasados 12 y 13 de noviembre y con riesgos todavía para hoy. Con esa clasificación, es normal que algunos se pregunten si cuando una fuerte tormenta solar se produce, corremos el riesgo de quedarnos incomunicados, sin GPS o incluso sin electricidad. Pero por el momento y que sepamos, España no se encuentra entre los países en riesgo de sufrir una desconexión total. El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades insiste en que el impacto será limitado, aunque sí podrían notarse fallos puntuales en ciertos sistemas. Aun así, conviene entender qué está pasando, por qué se habla de incomunicación global y qué significa realmente para nuestro país.

Qué está pasando con la tormenta solar

La NOAA (el organismo que supervisa el clima espacial en Estados Unidos) ha clasificado este episodio como condiciones G4, es decir, una tormenta solar severa. El motivo es la combinación inusual de tres grandes eyecciones de masa coronal que han llegado casi solapadas a la Tierra. Esto incrementa la intensidad del impacto y puede generar perturbaciones fuertes en ciertas regiones del planeta.

Una tormenta de este nivel puede provocar interferencias en comunicaciones aéreas, errores en satélites y, en casos extremos, problemas en redes eléctricas. Pero estos escenarios afectan principalmente a países situados en latitudes altas, donde la interacción del viento solar con la magnetosfera es mucho más intensa.

Niveles G4 y G5: qué significa que la tormenta sea «severa»

El sistema de clasificación de la NOAA va del G1 (menor) al G5 (extrema). En esta ocasión no se ha llegado al extremo, pero sí se ha superado con facilidad el umbral G3, lo que ha encendido las alarmas internacionales. A nivel técnico, estos niveles indican el grado de alteración del campo magnético terrestre y el riesgo de interferencias en:

Pero estar ante un nivel G4 no implica efectos uniformes en todo el planeta.

La tormenta solar podría dejarnos totalmente incomunicados en horas

Este es el titular que más está circulando a nivel internacional, y la preocupación no es infundada… pero tampoco es aplicable a España.

En países cercanos a los polos (Canadá, Escandinavia, Alaska o parte de Rusia ) una tormenta G4 puede provocar interrupciones temporales en redes eléctricas, apagones localizados y pérdidas de señal de radio o GPS. Allí, la magnetosfera es más vulnerable y la energía solar entra con mayor intensidad.

¿Y en España?

Los técnicos del Ministerio lo explican claramente: al estar en latitudes medias, lejos de las regiones polares, la intensidad del impacto se reduce drásticamente.

Lo único que podría notarse, y de forma leve, son:

Es decir, sí puede haber interferencias puntuales, pero no un escenario de incomunicación total.

Lo que sí puede fallar en España

Aunque no hay riesgo grave, estos son los efectos posibles:

Pero en definitiva, nada que suponga una amenaza para la población.

NOAA, la Agencia Espacial Española y la ESA: seguimiento continuo

España, a través de la AEE y la ESA, está siguiendo la evolución de la tormenta de manera continua. Según sus informes, todo apunta a efectos limitados y de corta duración. Además, la NOAA prevé que la tormenta suavice su intensidad a partir del viernes y que sus efectos desaparezcan completamente el sábado.

El seguimiento se mantendrá activo, sobre todo porque el ciclo solar está cerca de su máximo y estos eventos pueden repetirse en los próximos meses. No por peligro, sino por vigilancia preventiva.

De este modo, y en definitiva, la tormenta solar de estos días es una de las más fuertes de los últimos años, pero eso no implica que vaya a dejarnos incomunicados. España está protegida por su ubicación geográfica y por un sistema de vigilancia internacional perfectamente coordinado.