Ciencia
Astronomía

El Duende, el nuevo planeta enano del Sistema Solar

El Duende, así se ha bautizado al nuevo planeta enano del Sistema Solar descubierto en la zona exterior, en lo que se conoce como los confines, y que podría ser prueba irrefutable de una búsqueda que muchos astrónomos llevan desde hace años, la de demostrar la existencia de una supertierra más allá de la órbita de Neptuno.

Desde hace unos años, un buen número de astrónomos están intensamente absortos en la búsqueda de un gran planeta bastante más masivo que la Tierra que orbitaría el Sol más lejos que Neptuno, lo que explicaría ciertas anomalías encontradas en las órbitas de planetas exteriores.

Así pues, el Duende podría ser una nueva prueba. Este planeta enano cuenta con solo 300 kilómetros de diámetro y se ubica a unas 65 UA del Sol, lo que son muchos kilómetros si pensamos que cada Unidad Astronómica equivale a 150 millones de kilómetros, la distancia media entre la Tierra y el Sol.

Sea como fuere, el nombre oficial y técnico de este pequeño planeta es el de 2015 TG387, aunque por el hecho de haber sido observado pocos días antes de Halloween se le ha bautizado en inglés como The Goblin, es decir, el Duende.

El nuevo planeta enano del Sistema Solar y sus múltiples ‘hermanos’

Por lo que sabemos y por las informaciones que constantemente envían expertos astrónomos de diversas agencias, es muy posible que objetos como este Duende sean muy comunes en los confines del Sistema Solar, más allá de Neptuno donde orbitan Plutón y otros muchos en el llamado Cinturón de Kuiper.

El Duende, por ejemplo, es un planeta enano del que se sabe de su existencia desde 2015, aunque su descubrimiento se ha confirmado y presentado ahora, cuando ya se ha hecho oficial. Sin embargo, este caso podría ser mucho más común de lo que sabemos desde la opinión pública.

Este planeta enano tiene una órbita muy peculiar. Para explicar sus irregularidades, habría que confirmar la existencia de un mundo que sería unas diez veces más grande que la Tierra y que orbitaría pasada la órbita de Plutón. Solo el empuje gravitatorio de una supertierra podría explicar por qué se mueve así este pequeño mundo que tarda 40.000 años en completar una vuelta entera alrededor del Sol.

De momento, todavía no se puede confirmar la existencia del ansiado noveno planeta del Sistema Solar, aunque parece que cada vez estamos más cerca de lograrlo. Sin duda, los indicios de que hay algo grande en los confines de este vecindario no dejan de crecer y aumentar.