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Aprendizaje

¿Cómo aprender algo muy rápido según la ciencia?

¿Quieres saber estimular tu mente y acelerar tu aprendizaje? Aquí te damos algunos consejos sobre cómo aprender algo muy rápido.

  • Francisco María
  • Colaboro en diferentes medios y diarios digitales, blogs temáticos, desarrollo de páginas Web, redacción de guías y manuales didácticos, textos promocionales, campañas publicitarias y de marketing, artículos de opinión, relatos y guiones, y proyectos empresariales de todo tipo que requieran de textos con un contenido de calidad, bien documentado y revisado, así como a la curación y depuración de textos. Estoy en permanente crecimiento personal y profesional, y abierto a nuevas colaboraciones.

A todos nos gustaría aprender algo muy rápido para incorporar nuevas habilidades e impulsar nuestras vidas profesionales, ¿verdad? La buena noticia es sí existen estrategias avaladas por la ciencia para agilizar el aprendizaje. Lógicamente, su aplicación requiere algo de tiempo diario y organización, pero los resultados pueden ser sorprendentes.

4 técnicas para aprender algo muy rápido según la ciencia

Enfocarse en una sola cosa a la vez

Sí, vivimos en tiempos de multitasking donde somos obligados a conciliar diferentes actividades laborales con las demás responsabilidades de nuestra vida personal. Además del estrés derivado de la sobrecarga constante, vivir en modo multitarea ralentiza nuestro potencial de aprendizaje.

Por ello, si queremos aprender algo muy rápido, debemos entrenar nuestra mente para concentrarse en una sola cosa a la vez. No, no es sencillo y es precisamente por esto que se requiere entrenamiento. Se trata de cambiar nuestra programación mental (el famoso mindset) para evitar distraernos al y resistir a la “tentación” de hacer diferentes cosas al mismo tiempo.

Cuando sea el momento de dedicarte a este “algo” que deseas o necesitas aprender rápidamente, debes poner toda tu atención a este “algo”. Para que ello sea más sencillo, procura estudiar en un ambiente tranquilo, donde no haya muchos estímulos para desviar tu foco. Otro aspecto fundamental es mantener el teléfono móvil en modo silencioso.

Escribir lo que estamos estudiando

Para aprender algo muy rápido, escribe en lugar de digitar. Nuevamente, en tiempos de multiplantallas, volver al clásico papel y lápiz puede sonar extraño u obsoleto. Pero la verdad es que escribir a mano facilita la síntesis y asimilación de estas nuevas informaciones que queremos aprender.

Ello es así porque plasmar las letras sobre el papel nos permite establecer un vínculo cognitivo más fuerte que las técnicas de mecanografía. De esta forma, para agilizar tu aprendizaje, principalmente al lidiar con contenidos más complejos, recuerda tomar notas y, siempre que necesario, puedes volver a consultarlas.

Aprender partes iguales

No es casualidad que los métodos de enseñanza dividan las grandes áreas del conocimiento en unidades o partes más pequeñas. Ello es una técnica científicamente avalada para facilitar la comprensión y el aprendizaje de cada contenido.

En términos sencillos, resulta más fácil asimilar e incorporar habilidades más pequeñas de forma progresiva. Y con el paso del tiempo, estas habilidades “menores” se suman y ganan sentido dentro de un conocimiento o una habilidad “mayor”.

Con todo ello, si te enfocas en aprender una habilidad “menor” a la vez, lograrás reducir tu tiempo total de aprendizaje de la habilidad o competencia “mayor”. En resumen, para aprender algo muy rápido, intenta dividir este “algo” en porciones más pequeñas y proporcionales entre sí. Con un paso firme a la vez, completarás el camino de manera más eficiente.

Practicar sin medo al error

El estudio teórico es muy útil para transmitirnos los fundamentos y pilares que sustentan diferentes habilidades y conocimientos. Pero sólo la práctica nos permite alcanzar un verdadero dominio y dar un sentido a estos nuevos contenidos en el contexto de nuestro cotidiano.

Finalmente, si quieres aprender algo muy rápido, necesitarás ponerlo en práctica e, inevitablemente, ello también implica equivocarse. Los errores nos dan la oportunidad de identificar puntos de mejora, indicándonos en qué debemos enfocarnos para llegar a un real dominio de una técnica, habilidad o conocimiento.