Puigdemont y Junqueras pactan «recuperar la fuerza del independentismo» ante la debilidad de Sánchez

El líder de Junts, Carles Puigdemont, y el reelegido jefe de filas de ERC, Oriol Junqueras, han pactado «recuperar la fuerza del independentismo» ante la debilidad del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que necesita los votos de las dos formaciones secesionistas para poder continuar al frente de La Moncloa y sacar adelante sus iniciativas parlamentarias. Esa misma necesidad la tienen los socialistas en Cataluña, ya que la permanencia de Salvador Illa como jefe del Ejecutivo autonómico depende de los votos de los republicanos.

Puigdemont y el secretario general de Junts, Jordi Turull, se han reunido con Junqueras y la secretaria general de ERC, Elisenda Alamany, en una cita que ambas formaciones han calificado como «reunión de trabajo». Ésta se ha celebrado en la residencia del ex presidente de la Generalitat en Waterloo (Bélgica), donde se encuentra huido de la Justicia española.

ERC y Junts han descrito que el encuentro se ha enmarcado en la «necesaria e imprescindible relación entre dos partidos independentistas». Han destacado que «tienen muchos objetivos compartidos» a pesar de «las diferencias» que existen entre ambas formaciones.

Entre esas metas comunes está la independencia de Cataluña. Así lo recogen en la nota de prensa que ambos partidos han emitido de forma conjunta. Junts y ERC han anunciado que han llegado a un acuerdo para «impulsar espacios de trabajo coordinado para debatir las cuestiones que afectan al futuro nacional y al progreso social de Cataluña en todos los ámbitos».

Entre esas materias, está «iniciar una nueva etapa de relación que contribuya a recuperar la fuerza y la iniciativa del movimiento independentista», reza el comunicado que han ofrecido ambos partidos tras la reunión.

Tensión entre Junts y PSOE

Todo ello ocurre en medio de las tensiones entre el PSOE y Junts con motivo de la presentación por parte de los de Puigdemont de una iniciativa para instar a Sánchez a someterse a una cuestión de confianza. Los neoconvergentes presentaron en diciembre una proposición no de ley (PNL) que pretendían que se votase en el Congreso.

Sin embargo, la Mesa del Congreso, controlada por PSOE y Sumar, ha pospuesto este jueves la decisión sobre la admisión a trámite de la PNL con la que Junts pretendía que la Cámara Baja debatiera y se pronunciara sobre emplazar al presidente a someterse a una cuestión de confianza. Este aplazamiento, el segundo ya, se ha producido tras las negociaciones hasta última hora de los socialistas con los independentistas, y después de la presión interna del grupo plurinacional de Sumar, donde fuerzas como Compromís abogaban por votar a favor de la calificación de esta PNL, sin carácter vinculante alguno. El PP, sin embargo, se había mostrado a favor de la admisión.

Los de Puigdemont registraron esta iniciativa el pasado 9 de diciembre, pero el PSOE y Sumar hicieron uso de su mayoría en el órgano rector de la Cámara el pasado 17 de diciembre para posponer por primera vez la decisión sobre la tramitación de dicha proposición no de ley.

El Gobierno esgrimió entonces que no era un asunto que requiriese «premura» así se daban más tiempo para analizar el informe de los servicios jurídicos del Congreso, lo que permitía a los de Sánchez ganar días en el calendario para tratar de negociar alguna componenda con Junts y evitar así un choque frontal en este asunto.