Junts impide a Aragonès ser president en la primera votación y abre la puerta a la repetición electoral

• Joan Guirado @joanguirado
• Barcelona
• Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.
• • 26/03/2021 21:48
  • Actualizado: 27/03/2021 14:27

Pere Aragonès tendrá que esperar para ser President de la Generalitat. El candidato de Esquerra Republicana ha perdido el primer debate de investidura, celebrado este viernes durante once horas, por el rechazo de Junts per Catalunya a apoyar al presidenciable republicano. Con este gesto, los de Carles Puigdemont ponen en marcha el reloj para una posible repetición electoral que, de no investir un diputado antes, se celebraría el 21 de julio.

Desde ERC han criticado la actitud de sus socios de Govern por impedir la elección de Aragonès. Desde Junts, que en la sesión de hoy se han abstenido, no descartan votar en contra del candidato en la segunda votación que se celebrará el próximo martes. Fuentes de los junteros se habían dado de margen el pleno de hoy, para escuchar a Pere Aragonès, antes de decidir si mantenían su posición o viraban hacía la negativa.

El rechazo de los neoconvergentes ha abierto nuevas heridas con ERC, que hasta ahora nunca había votado en contra de un candidato de CiU, Junts pel Sí o Junts per Catalunya. La abstención de los 32 diputados liderados por Laura Borràs, ahora presidenta del Parlament, ha dejado a Aragonès únicamente 42 votos favorables, los 33 de su grupo parlamentario y los 9 de de la CUP. El resto de formaciones, con un total de 61 representantes, han votado en contra del candidato de ERC.

Nueva negociación

ERC y JXCat se han emplazado a seguir negociando en los próximos días de cara a intentar acercar posiciones antes del martes. Aunque parece difícil, por la voluntad de los junteros de bloquear la legislatura, conscientes de que una repetición electoral les beneficia, ambos partidos se han conjurado para llegar a un acuerdo. En Esquerra están dispuestos a todo, sabedores de las exigencias de máximos de sus socios. Desde Waterloo (Bélgica), Puigdemont exige tener un papel protagonista en la internacionalización del procés, en los próximos años, algo que recelan desde la formación de Oriol Junqueras.

Segunda votación, el martes

Borràs ha convocado para el próximo martes la segunda votación del debate de investidura. Ese día, en un discurso más breve, Aragonès volverá a solicitar la confianza de los 135 diputados de la cámara para liderar la Generalitat los próximos cuatro años. El republicano ha prometido un Gobierno radicalmente feminista, democrático y ecologista, que promueva un nuevo embate contra el Estado. Pere Aragonès ha prometido un nuevo referéndum secesionista, de acuerdo con lo pactado con la CUP, y someterse a una moción de confianza a media legislatura.

Sin investidura, elecciones el 21 de julio

Si antes del 26 de mayo los partidos separatistas no logran llegar a un acuerdo para investir a Pere Aragonès, el 26 de mayo, se disolverá de forma automática el Parlament. Ese día se convocarían elecciones para el 21 de julio. Aunque en público todos los partidos admiten que «hay que evitar llegar a ese escenario», tras escuchar las palabras de Aragonès, durante su intervención, en Junts son muchos los diputados que no lo descartan. Aseguran que la declaración de intenciones del candidato de ERC «no nos interpela» y «queda muy alejada de nuestros postulados». A todo ello hay que sumarle el enfado de JXCat por como están negociando los republicanos con la CUP.

Votación del fugado Puig

La votación telemática del diputado fugado Lluís Puig, ex conseller de Cultura de la Generalitat, ha levantado un nuevo fuego en el Parlament. La mesa, con mayoría separatista, ha facilitado la votación de Puig desde Bélgica por esta fórmula, pese a que los letrados de la Cámara les habían advertido de que podía no ser legal. De hecho el secretario de la mesa de Junts, Jaume Alonso-Cuevillas, que fue su abogado, ha decidido abstenerse en la votación por las posibles consecuencias legales. Desde Ciudadanos ya han advertido de que llevarían la decisión al Tribunal Constitucional. Su votación a distancia ha sido fuertemente aplaudida por sus compañeros de bancada.