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Cuidados del bebé

¿Por qué la «mamitis» del bebé es sana?

La "mamitis" del bebé o coger al bebé todo el rato es algo que muchas personas desaconsejan aunque resulta esencial para el buen desarrollo del recién nacido.

Nada más tener a un bebé, los padres desarrollan su instinto natural de protegerlo y cuidarlo en todo momento, pero también se desarrolla cierta tendencia hacia los mimos constantes y el hecho de coger al bebé en brazos a todas horas. Es la llamada «mamitis» del bebé que aunque muchos expertos no aconsejan, lo cierto es que podría tener más beneficios de lo que se piensa.

¿Por qué la «mamitis» del bebé es sana?

¿Cuántas veces algún familiar o incluso el médico te ha dicho que no es bueno llevar al bebé en brazos todo el rato? Seguro que en alguna ocasión te habrán reprochado que estés creando en el recién nacido demasiada dependencia, pero lo cierto es que una vez nace, el bebé no debe perder en ningún momento el contacto con su madre, ya que de alguna manera sus primeros meses de vida, son para el pequeño un remanente del embarazo.

De este modo, es importante llevar al bebé en brazos o en un portabebés, además de ir masajeando al pequeño de igual forma que hacía el líquido amniótico cuando estaba dentro de la barriga y también, que note los latidos de la madre y escuche su voz. Solo así nos podremos asegurar que se pongan en marcha «una serie de reacciones hormonales que facilitan la tarea de la crianza”, según ha explicado al portal SerBebes, la consultora de lactancia Rosa Sorribas.

La importancia del contacto físico con la madre

Suele decirse que las personas desarrollan su personalidad a partir de las experiencias vividas en la infancia, pero ¿sabíais que muchas de nuestras cualidades se ven condicionadas por el trato recibido en los primeros meses de vida? En esa primera fase es cuando el bebé desarrolla el cerebro primitivo, es decir, su parte instintiva. Se trata del llamado período crítico biofísico, una etapa en la que se puede sufrir un mayor daño psicológico, de modo que si garantizamos que nuestro bebé recibe todo tipo de atenciones y amor en esa fase, se desarrollará de una manera mucho más sana y equilibrada.

Según señalan los expertos, aquellos bebés que crecen en un entorno de amor y caricias, pueden desarrollar mejor su cerebro durante su primer año de vida, además de dejar en ellos una huella de por vida. De hecho, la ciencia ha probado que cada vez que cogemos al bebé, cada vez que lo besamos o que lo abrazamos, se liberan oxitocina y endorfinas, que si bien se asocian al placer, también ayudan en el desarrollo y refuerzo de las conexiones neuronales en áreas del cerebro que se relacionan con la inteligencia, el pensamiento y el lenguaje. En el caso de no hacerlo sin embargo, se produce el efecto contrario y de hecho es posible que el bebé sufra atrofia del hipocampo, llegando a tener hasta un cerebro menor en un 20 ó 30 % menor con respecto a los niños que sí reciben mimos, besos y abrazos constantes.

Beneficios físicos de tener al bebé en brazos

Al margen de ser bueno para el desarrollo de su cerebro, coger al bebé en brazos y darle todo nuestro amor es también algo beneficioso para su salud física si tenemos en cuenta que al nacer, los bebés tienen muy poca flora bacteriana de manera que es necesario que tengan contacto con las bacterias de los padres. Algo que por ejemplo, se consigue tras el parto y cuando el recién nacido es depositado sobre la madre para que se produzca el llamado contacto de «piel con piel». Además gracias a la lactancia materna, el sistema digestivo del bebé se llena con las bacterias intestinales de la madre, de manera que se pueda ir adaptando a la que más adelante será su alimentación con alimentos externos.

Podemos decir entonces que la «mamitis» no es solo cuestión de capricho por parte de la madre, y también del padre, ni que tampoco supone que vayamos a criar a un niño/a consentido/a sino que resulta beneficioso para su desarrollo y además es algo que también nos llena a nosotros de felicidad.