Bebés

Nuevo manual de instrucciones sobre el cuidado del bebé

Los padres primerizos, sobre todo, son los que están más temerosos en materia de cuidado del bebé. Y es que tienen un sinfín de dudas acerca de cómo actuar en cada momento, cómo calmarle cuando llora, cómo darle correctamente el pecho, cómo saber si está enfermo…De ahí que opten por recurrir a consultar en todo momento a los abuelos de la criatura, al pediatra, a libros…Sin embargo, al final se topan con el hecho de que cada persona o cada publicación les dice una cosa.

Precisamente por ese motivo, hace un tiempo dimos a conocer que en una consulta de medicina infantil se había colgado un texto en el que se les decía a los papás que actuaran dejándose llevar por su instinto, que no escucharan a nadie y que hicieran lo que consideraran más adecuado.

Pero ahora a ese documento le ha salido un “rival”. Se trata de otro “manual de instrucciones”. Sigue leyendo y lo descubrirás.

La autora

La persona que se encuentra detrás de este documento sobre el cuidado de bebés que ahora queremos darte a conocer no es otra que Noe del Barrio. Se trata de una mujer que trabaja en el ámbito de la cocina y que es madre de familia numerosa, de Pau, de 6 años; Alma, de 4 años, y Lluc, que cuenta con 2 años.

Precisamente su propia experiencia con el cuidado de sus hijos es la que le ha llevado a realizar ese mencionado manual que ahora te vamos a dar a conocer y que ha dado a conocer a todos a través de su blog (“Princesas y princesos”).

El mensaje final

Antes de entrar de lleno en la lectura de este trabajo de Noe, debes saber cuál es la conclusión o mensaje final del mismo. En concreto, lo que plantea es que cada madre debe dejarse llevar por su instinto, sin pensar en el qué dirán los demás. Es fundamental que sepa que cada niño es un mundo y que este es el que le va indicar qué cuidados necesita, cuál es la mejor manera de dormirle o calmarle e incluso cómo se le debe criar para que sea, ante todo y sobre todo, una persona feliz, alejada de estereotipos e imposiciones sociales.

El propio manual sobre el cuidado del bebé

¿Ya estás preparada para leer el manual de instrucciones que te planteamos? Aquí lo tienes a continuación:

“Te dirán como si fuese un castigo: duerme ahora que luego no podrás, y será cierto, pero también que serán los mejores desvelos.
Los únicos que te harán mantenerte embelesada mirándole de madrugada.
Los únicos que te mantendrán ojerosa pero sonriente.
Cansancio feliz.
Así que yo te digo duerme ahora, porque en breve vas a conocer al único ser que te robará el sueño y con quien sabrás que la pérdida mereció la pena.

Cógelo en brazos y abrázalo fuerte, permanentemente, siempre, ocurra lo que ocurra, desde que nazca hasta que pese tanto que no puedas con él, entonces abrázalo sentados, o de pie, o en la cama, pero no dejes de hacerlo durante el resto de su vida.
Piensa en los abrazos que te hubiese gustado recibir a ti.
Disfruta de llevarlo contigo a todas partes. Será poco tiempo, pero lo recordarás con añoranza el resto de tu vida.

Te dirán que se acostumbrará a los brazos, y sí, es cierto, se acostumbrará a los brazos y no querrá otra cosa, porque eso es lo que se debe hacer, acostumbrarle a sentirse querido, protegido y abrazado.
Que aprenda desde muy pequeño que siempre te tendrá a su lado, que se sienta seguro, sabiendo que ocurra lo que ocurra podrá caminar de tu mano.
Y escucharás que le harás sufrir el día que debáis separaros, y llevarán razón, pero… ¿Prefieres la tristeza del fin de algo, o no haber conocido la felicidad?

Llegará un día en el que te agobie un poco no poder ir ni al baño sola, pero piensa que unos años después tal vez eches en falta que no confíe en ti.
Asienta las bases de la confianza, del amor y del respeto, desde el principio.
Trátalo como a un igual, no le engañes, no pongas sobre sus hombros tus pesos.

Aliméntalo, no importa si de tu pecho o de un biberón, pero cuando lo hagas abrázalo en tu regazo, de forma que escuche tu corazón y sienta tu calor. Tu mirada, tu latido y tu calor alimentan más que la leche.
Alimentas mucho más que su estómago.
Aliméntalo con tus caricias y tus miradas.
Esa será la proteína que le convertirá en hombre.

No permitas que llore, nunca, acompáñalo, consuélalo, abrázalo.
Te necesita y esa es la única forma que tiene de expresarse.
No desoigas su llanto, acállalo con besos y caricias, no le restes importancia.
No permitas que crezca creyendo que su llanto no te importa.
Quiérelo fuerte, para que nunca se sienta solo.
Y díselo todos los días para que no lo olvide.

Olvídate de cumplir con las normas de sociedad que esperan los demás.
Crea las tuyas propias, las que os hagan felices, las que os den seguridad, las que os hagan crecer como familia.

Aprovecha y lee antes de que nazca. Después no leas.
Después sólo siente, piensa, abraza, besa, acaricia, ama…
Cría. Como sólo tú sabes hacerlo.
Como te indique tu naturaleza y ríete de todo lo leído, de todo lo aprendido.
Como te oriente el corazón.
Ese es el único libro que seguirás a rajatabla, el que nunca te fallará, y el que cuando te equivoques, porque lo harás, sabrá perdonarte.

Cuando nazca, te sobrará el mundo, porque él es tu mundo ahora.
Y te dolerán sus toses como un cáncer.
Y serán sus tristezas guerras en tu vida.
Y jamás el miedo te habrá asustado tanto como cuando sea por él.
Y sus lágrimas se te clavaran y las heridas serán profundas.
Y pese a todo no habrá un solo día en el que no le ames sobre todas las cosas y serás dichosa de tenerle, y de soñarle, y de enfadarte y de preocuparte.
Y querrás hacer mágica su vida, porque él ya lo hizo con la tuya.

Y habrá días al principio en los que el cansancio, el sueño y tus hormonas te harán sentir un lastre, una piedra que arrastrar colina arriba, una condena.
Pasarán.
Y te sentirás culpable de haber sentido.
Y habrá días cuando crezcan en los que sentirás que necesitas espacio, y te odiarás por ello…
Todo es necesario, por todo se pasa.
No te juzgues duramente, créeme. Yo también pasé por ello”