Bebés

Menú para la semana 38 de embarazo

Hay que ser conscientes de que no todas las mujeres embarazadas llegan a la semana 38 de gestación, ya que un elevado porcentaje de las mismas da a luz antes de ese momento. Sin embargo, las que sí alcanzan esa fase se topan con la realidad de una etapa llena de gran nerviosismo, por la llegada inminente del bebé, y con un elevado número de síntomas. Nos estamos refiriendo, en concreto, a los siguientes:

Para poder hacerle frente a todas estas circunstancias, nada mejor que llevar a cabo una dieta sana, completa y equilibrada como la que vamos a dar a continuación y que se sustentará en cinco comidas diarias:

Desayuno

Para poder comenzar el día con energía, para poder controlar ese voraz apetito e incluso para estar preparada de cara a que, en cualquier momento, pueda llegar el parto, lo mejor es, sin lugar a dudas, tomar un completo desayuno. Esto va a significar que debe establecerlo basándolo en tres tipos de productos fundamentalmente:

Media mañana

Para mantener el hambre bajo control y para evitar cuadros de hipoglucemia, por ejemplo, es importante que en torno a las 11:30 o 12 horas la futura mamá que está en su semana 38 de gestación coma algo. Entre los productos más saludables para ese momento del día se encuentran los frutos secos, una pieza de fruta, un yogur desnatado o incluso una barrita de cereales.

Almuerzo

Todas las comidas del día son importantes en pro de que la gestante y su bebé estén en perfecto estado de salud. No obstante, quizás la más relevante es la del mediodía, ya que tiene que ser la más completa y consistente.

Lo ideal, como así determinan los expertos en nutrición, es que el almuerzo se compongan de tres pilares:

Merienda

Para poder conseguir que el organismo funcione correctamente y para poder frenar esa necesidad constante de comer que siente la mujer en la semana 38 de embarazo, posiblemente provocada por su angustia ante la llegada del parto, debe merendar. Así, entre las 18 y las 19 horas es aconsejable que proceda a tomar algún producto ligero y saludable. Nos estamos refiriendo a alternativas tales como un yogur desnatado con cereales, un zumo o batido natural, un vasito de leche semidesnatada con un par de galletas integrales o bien un pequeño sándwich de jamón cocido y queso. Entre todas estas alternativas deberá escoger una, la que más le apetezca.

Cena

La quinta y última comida del día no sólo debe ser saludable sino, de modo especial, muy ligera, ya que es la forma de que su digestión no le cause problemas para poder conciliar el sueño como necesita. Por ese motivo, lo idóneo es que escoja entre las siguientes alternativas: una sopa y unas croquetas, un filete de pescado a la plancha, una ensalada y pechuga de pollo, una crema de verduras y un filete de pavo…

Para concluir la cena, deberá optar por tomar una infusión de las que están concretamente recomendadas para embarazadas.

Eso sí, no hay que pasar por alto que si antes de acostarse el hambre vuelve a hacer acto de aparición, puede optar por tomar un vaso de leche semidesnatada.