Bebés
Salud

Dolor de garganta en niños: Causas y cómo tratar

Es especialmente en esta estación, cuando los cambios de temperatura son considerables y pasamos de un ambiente cálido y acalorado a uno frío y gélido, cuando el dolor de garganta hace su aparición. Pero muy a menudo las causas hay que buscarlas en otra parte. Los niños pueden sufrir de dolor de garganta por varios motivos, por lo que es importante saber de dónde viene ese dolor y con ello que podamos darles el mejor tratamiento.

Dolor de garganta en niños

El dolor de garganta puede ser causado por un virus o una bacteria, pero las causas de este tipo de dolor pueden ser muchas y variadas: muchas veces el tabaquismo, el aire seco o la costumbre de gritar favorecen su aparición. Es un trastorno muy común tanto en niños como en adultos, pero si se subestima puede provocar inflamaciones desagradables que luego deben tratarse con antibióticos; o bien, puede ser el síntoma de algo más grave, una enfermedad infecciosa, por ejemplo.

La importancia de la prevención

El polvo, el humo y el smog se encuentran entre las causas más comunes de dolor de garganta en los niños. Evitar fumar en casa, retirar moquetas y alfombras de la habitación infantil y utilizar un humidificador pueden ser en ocasiones remedios eficaces para prevenir la aparición de inflamación de garganta en los más pequeños.

Además, las mascotas suelen ser portadoras de estreptococos , la bacteria responsable de los dolores de garganta. En este caso, lo mejor es evitar que el niño pase largas horas en estrecho contacto con los animales.

Pequeños remedios rápidos

Remedios naturales

En medio litro de agua, hierve una cucharada de raíz de regaliz, una de hisopo, una de salvia y dos cucharadas de corteza de olmo. Dale a tu hijo el té tres veces al día durante un par de días hasta que se mejore. De hecho, el regaliz y el olmo reducen la irritación de las mucosas inflamadas, mientras que la salvia y el hisopo purifican la sangre.

¿Qué se esconde detrás de un dolor de garganta?

Muchas veces nada, es solo una irritación transitoria de las mucosas que se resuelve en unos días, pero en ocasiones puede esconder algo más grave.

Si va acompañado de fiebre alta, podría tratarse de un virus bastante contagioso causado por una bacteria, el estreptococo. En este caso hablamos de faringitis o amigdalitis y es recomendable consultar al pediatra.

O bien, podría ser uno de los síntomas de una enfermedad infecciosa más grave (escarlatina, por ejemplo) y en este caso siempre es recomendable consultar a su médico.