Diccionario sobre la salud infantil. La B
En pro de poder ayudar a todos los padres a estar alertas y conocer todo lo que tiene que ver con el bienestar de sus hijos, hemos iniciado una serie a modo de diccionario sobre la salud infantil. En este caso, lo vamos a continuar descubriéndoles algunos de los términos más importantes que necesitan conocer y que empiezan por la letra B.
¿Preparado para tomar nota?:
Bacterias
Cuando hablamos de bacterias nos estamos refiriendo a organismos de tipo autónomo que son capaces de provocar distintas enfermedades en los más pequeños. En concreto, entre las patologías más habituales generadas por las citadas nos topamos con las siguientes:
- Caries, que, como bien sabrás, dañan de manera contundente las distintas piezas dentales. Se pueden solventar mediante el correspondiente empaste, salvo que sean demasiado severas y requieran otros tratamientos.
- Bronquitis. Como su propio nombre indica es una inflamación de los bronquios, que puede ir acompañada de tos e incluso de expectoraciones de distinto calado.
- Conjuntivitis. Ojos enrojecidos, que lagrimean o incluso que tienen la sensación de que arden son síntomas de esta otra enfermedad que se contagia con cierta facilidad. Por eso, para prevenirla, se recomienda que el niño no esté en contacto con objetos de la persona que la sufre o que se lave las manos de manera frecuente.
- Otitis. Esta es una de las patologías más frecuentes entre la población infantil, especialmente en las épocas de verano. Puede manifestarse mediante fiebre, pus en el oído e incluso dolor en el mismo. Requiere acudir al pediatra para que establezca el tratamiento más idóneo, que suele consistir en antibióticos.
No obstante, eso no quita para que tengamos también claro que hay otras bacterias que son beneficiosas para el organismo. Sí, porque distintos órganos del cuerpo las necesitan para mantener su funcionamiento y equilibrio.
Balanceo
Uno de los hábitos más frecuentes entre los niños es realizar un sencillo balanceo, es decir, movimientos hacia adelante y hacia atrás. Es normal a edades tempranas y, sobre todo, cuando son desarrollados para, por ejemplo, poder conciliar el sueño. Exactamente se considera que es habitual en menores de 2 años.
Por regla general, ese balanceo va a ir desapareciendo conforme vaya creciendo y se considera que cuando se lleva a cabo va a traer consigo beneficios para el menor. Sí, porque le va a servir para acometer un notable desarrollo motriz.
No obstante, hay ocasiones en las que ese tipo de movimientos puede esconder algo más. ¿Cuándo es necesario que los padres estén alertas e incluso lleguen a confiar en un pediatra? En estos casos:
- Cuando el balanceo va asociado, por ejemplo, a ciertos retrasos ya sea al caminar e incluso al hablar.
- También en los casos en los que el menor haya superado los 2 años de edad.
- De la misma manera, cuando lo repite de manera frecuente y no solo en un momento determinado.
Botiquín
En cualquier hogar, pero especialmente donde hay niños, se hace necesario contar con un botiquín para poder atender en casa los problemas habituales de salud de los citados. En concreto, en ese deben estar incluidos ciertos artículos básicos como son un termómetro, tiritas, antisépticos y antipiréticos, fundamentalmente.
De esta manera, los padres podrán desde saber si tiene fiebre hasta curarle alguna herida que se haya realizado pasando por bajarle la alta temperatura que pueda tener, por ejemplo.
Bronquitis
Otro término que se hace necesario que los progenitores conozcan respecto a la salud de sus hijos es esta. Se trata de una enfermedad que viene a ser una inflamación de los bronquios y que puede ser o bien temporal o bien crónica.
Tos y expectoraciones son fundamentalmente dos de los principales síntomas que vienen a identificar la citada patología, que puede ser consecuencia de un catarro y que tienen más probabilidades de sufrir los menores cuyos padres sean fumadores.
Por regla general, el doctor que diagnostique al pequeño una bronquitis le recomendará que tome mucho líquido y si la tos fuese seca, le recetaría un antitusígeno. De la misma manera, indicará que no se fume cerca de él, que si tiene fiebre se le dé paracetamol y que descanse de forma adecuada. Medidas que, en caso de no dar los frutos esperados, pueden ir acompañadas de otras. Nos estamos refiriendo, en concreto, a antibióticos e incluso al uso de lo que se conoce como inhaladores.
A grandes rasgos, estos son los principales términos que los padres deben conocer en relación a la salud de sus hijos y que empiezan por la letra B. En próximas entregas, continuaremos con nuestro diccionario de salud infantil.