Día Mundial del Cáncer de Mama 2018: Ser madre a pesar del cáncer de mama

Hoy, 19 de octubre, se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama 2018. Una fecha realmente importante pues viene a hacernos recordar la importancia de que toda la sociedad se encuentre comprometida con la lucha contra esa enfermedad. Esta se ha convertido en el tumor más frecuente entre las mujeres, buena muestra de eso es que en nuestro país cada año se diagnostican unos 32.825 nuevos casos.

El hecho de que afecte a numerosas féminas que se encuentran en su etapa fértil trae consigo que les surjan numerosas dudas y temores respecto a si van a poder ser madres a pesar de ese tipo cáncer. Y la respuesta es sí. Afortunadamente la ciencia ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años y propicia que esas valientes puedan hacer realidad su sueño de tener hijos.

Sigue leyendo y podrás conocer todos los aspectos que hay que tener en cuenta en ese sentido. Eso sí, vamos a abordar el tema de la maternidad desde dos puntos de vista:

Diagnóstico del cáncer de mama durante el embarazo

Según la Asociación Española Contra el Cáncer, en una de cada 3.000 a 10.000 mujeres embarazadas se diagnostica un tumor de mama. Eso no significa que las gestantes tengan más riesgos de sufrirlo, nada que ver, existen los mismos que en una fémina que no está esperando un hijo.

Lo habitual es que el médico, realizando una exploración, o la propia mujer puedan detectar algún tipo de bulto en el pecho. En ese caso, deberá optarse por realizar las pruebas pertinentes para establecer un diagnóstico. Teniendo en cuenta que hay un embarazo, se optará por los exámenes menos perjudiciales para la salud del bebé como son la ecografía, la mamografía siempre que se haga con la protección adecuada y la biopsia.

Partiendo del estadio del cáncer, de la edad del feto, del tamaño del tumor y de la salud en general de la mujer, entre otros factores, se decidirá el tratamiento más adecuado en pro de que madre e hijo se encuentren en buen estado. En este caso, hay que exponer que lo más habitual es la cirugía, la llamada mastectomía radical. Luego pueden necesitarse otros tratamientos, que deberán llevarse a cabo en función de todas las circunstancias citadas y teniendo en cuenta el bienestar del pequeño:

• Radioterapia, que no está recomendada básicamente porque puede traer consigo daños al feto. De ahí que, sobre todo, no esté indicada para féminas con un cáncer de mama en fase temprana ni tampoco para las que lo tienen avanzado y están en el primer trimestre.
• Quimioterapia, que no puede llevarse a cabo en los tres primeros meses de gestación. Pasado ese tiempo es necesario que el doctor determine si es realmente necesaria ya que puede traer consigo, por ejemplo, un parto prematuro.
• Tratamiento hormonal, del que aún no existen estudios que vengan a dejar patente qué consecuencias puede traer consigo para el feto.

Ser madre tras un cáncer de mama

Muchas son las mujeres que cuentan con un cáncer de mama y que van a tener que realizarse un tratamiento, pero que tienen claro que van a querer ser madres después de superar el mismo o que sencillamente no quieren descartar esa posibilidad.

En ese caso, es importante que antes de iniciar la radioterapia o la quimioterapia le comuniquen al doctor su deseo ya que, especialmente el segundo tratamiento, puede generar infertilidad. Y es que comunicárselo al médico supondrá poder tomar ciertas medidas o acometer distintas acciones para luego facilitar la maternidad. Nos estamos refiriendo a actuaciones como estas que ayudan a preservar la fertilidad:

• Congelación del tejido ovárico. Este se extrae antes de iniciar la quimio. Concretamente se procede a quitar a la mujer corteza ovárica perfectamente sana para congelarla. Una vez que supere el cáncer lo que se hará será reimplantársela para que pueda recuperar sin dificultad lo que es su función hormonal. A partir de ahí se procederá a estimular la ovulación y se recurrirá, por ejemplo, a la fecundación in vitro.
• Criopreservación, también conocida como criopreservación de embriones.
• Vitrificación de óvulos, que consiste en extraer óvulos maduros después de haber sometido a la mujer a una estimulación ovárica. Esos serán congelados en seco con nitrógeno líquido.

Independientemente de cuando se le detecte a la mujer el cáncer de mama, antes o durante el embarazo, hay que saber que va a poder ser madre. La ciencia la respalda y la ayudará a lograr su sueño de tener un hijo. Y es que, afortunadamente, se ha avanzado tanto en ese sentido que son muchas las herramientas que se le ponen al alcance de la mano para que tanto ella como el bebé se encuentren en perfecto estado. Buena muestra de ello son los numerosos casos de féminas que son un ejemplo de superación y de valentía por haberle hecho frente al cáncer que ahora son madres.