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Deshidratación en la infancia: Síntomas y cómo tratar

Descubre cómo se desarrolla la deshidratación en la infancia, cuáles son los síntomas y también cómo tratar en especial en bebés y niños pequeños.

Tratar la deshidratación en niños es esencial, pero no solo durante los meses de verano o cuando hace mucho calor. Los niños y en especial los bebés y los que son más pequeños tienen que acostumbrarse a beber la cantidad suficiente de agua y líquidos para mantenerse hidratados y saludables, por ello os hablamos ahora de la deshidratación en la infancia: síntomas y cómo tratar.

Deshidratación en la infancia

Los casos de deshidratación infantil aumentan considerablemente en verano, pero también pueden darse casos en invierno, sobretodo si por ejemplo abrigamos en exceso a los niños pequeños.

Normalmente, la deshidratación es consecuencia de otras irregularidades que presentan los niños y puede clasificarse en tres niveles (leve, media y grave). Estos niveles pueden ser a veces difíciles de identificar aunque los vómitos y la diarrea son dos signos importantes para el diagnóstico y en el caso de que se trate de una deshidratación grave, el niño deberá ser ingresado en el hospital.

Hemos de saber además que cuanto más pequeño es el niño, mayores son las posibilidades de presentar deshidratación, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el bebé sea amamantado exclusivamente hasta que tenga 6 meses de edad, por lo que es importante que los padres no le den agua a esta edad.

Una vez haya cumplido los 6 meses, será bueno que el bebé tome alrededor de 80 ml por día. La mayoría de los problemas que aparecen en este grupo de edad están relacionados con las dificultades de la madre que amamanta o del niño para tomar el seno o tomar la leche de fórmula.

Cómo hidratar  a un niño deshidratado

En el caso de que nuestro hijo esté deshidratado, notando que está cansado, que apenas tiene fuerzas y que presenta vómitos o diarrea, puede que la primera opción que se nos ocurrirá será darle el agua, pero lo cierto es que esta no es la solución que recomiendan los médicos. De hecho se aconseja hidratar a los niños que están deshidratados con suero, y en el caso de no tener o que el niño no lo quiera tomar, podemos darle agua de coco o isotónico.

Es más, en el caso de que el niño esté deshidratado y los padres o parientes le den demasiada agua, pueden desarrollar una afección llamada hiponatremia, que puede caracterizarse por un bajo nivel de sodio en la sangre.

Síntomas y otras causas a la deshidratación

Además de las náuseas y las heces sueltas y deformadas, otros síntomas recurrentes en la deshidratación son «ojos hundidos, mucosa de boca seca, sin saliva, piel sin turgencia, somnolencia, debilidad física; debilidad, abatimiento y flojera.

Además, la deshidratación también puede ser causada por infecciones y problemas renales. Es aconsejable que además de ofrecer una cantidad saludable de alimentos y líquidos como agua y jugos, la mejor manera de prevenir la aparición de la afección es aumentar el consumo de frutas especialmente en los días más calurosos para bebés mayores de 6 meses, sin olvidar por supuesto, la leche materna.