Bebés
Verano

Cuidados básicos del bebé en verano: consejos para lidiar con el calor y el sol

El verano es una época del año que puede resultar muy agradable para disfrutar con tu bebé, pero también implica algunos riesgos y precauciones que debes tener en cuenta. El calor, el sol, la hidratación y la alimentación son algunos de los aspectos que debes cuidar para que tu pequeño esté sano y feliz durante los meses más calurosos. No olvides que son loso niños y las personas ancianas quienes más sufren de las olas de calor que se producen en verano, por lo que para hacer frente a las altas temperaturas junto a tu pequeño, nada como seguir los siguientes cuidados básicos del bebé en verano y con ellos, lidiar con el calor y el sol.

Cuidados básicos del bebé en verano

A continuación, te damos algunos consejos básicos sobre los cuidados para tu bebé en verano y evitar las posibles complicaciones que puede traer el exceso de temperatura.

Higiene y ropa adecuada

En verano, tu bebé suda más debido a las altas temperaturas y la humedad del ambiente. Por eso, es importante que le bañes a diario con agua templada y un jabón suave, sin frotar demasiado su piel delicada. También puedes refrescarle con toallitas o paños húmedos durante el día, especialmente en las zonas donde se acumula más el sudor, como el cuello, las axilas, las ingles y el tronco.

La ropa que le pongas a tu bebé debe ser ligera, transpirable y de algodón, preferiblemente de colores claros que no absorban el calor. Evita las prendas sintéticas, los tejidos gruesos y los colores oscuros. También debes evitar abrigarle demasiado o ponerle gorros o capuchas que le den calor en la cabeza. Lo ideal es que le vistas con una capa más de ropa de la que llevas tú, pero sin exagerar.

Alimentación e hidratación

La alimentación de tu bebé en verano no debe variar mucho respecto al resto del año, salvo que le ofrezcas más líquidos para evitar la deshidratación. Si tu bebé toma lactancia materna exclusiva, no necesita ningún otro tipo de bebida, ya que la leche materna le aporta todo lo que necesita. Eso sí, debes ofrecerle el pecho a demanda, siempre que quiera y sin horarios fijos.

Si tu bebé toma lactancia artificial o ya ha empezado con la alimentación complementaria, puedes ofrecerle agua entre tomas o junto con las papillas o purés. No le des zumos ni infusiones, ya que pueden alterar su equilibrio hidroelectrolítico o provocarle alergias o intolerancias. Tampoco le des alimentos muy salados o azucarados, ya que favorecen la pérdida de líquidos.

Protección solar

El sol puede ser muy beneficioso para tu bebé, ya que le ayuda a sintetizar la vitamina D y a regular su ritmo circadiano. Sin embargo, también puede ser muy peligroso si no se toman las medidas adecuadas para proteger su piel sensible de las quemaduras y los daños a largo plazo. Por eso, debes evitar exponer a tu bebé al sol directo, sobre todo entre las 12 y las 16 horas, que es cuando los rayos son más intensos.

Además, debes cubrir su cuerpo con ropa adecuada, sombrero y gafas de sol homologadas. También debes aplicarle una crema de protección solar específica para bebés, con un factor de protección alto (al menos 50) y resistente al agua. No obstante, debes saber que no se recomienda usar cremas solares en bebés menores de 6 meses, ya que su piel es muy permeable y puede absorber sustancias nocivas. En ese caso, lo mejor es evitar el sol directo por completo.

Ambiente fresco

Para cuidar a tu bebé en verano, también debes procurar que el ambiente donde duerme y juega sea fresco y ventilado. Puedes usar el aire acondicionado o el ventilador, siempre que no le den directamente y que la temperatura no sea inferior a 25 o 26 grados. También puedes usar humidificadores o vaporizadores para evitar que el aire se reseque demasiado.

Otra opción es refrescar a tu bebé con baños más largos y frecuentes, ya sea en la bañera, en la piscina o en el mar. Eso sí, siempre con precaución y vigilancia, usando flotadores o manguitos adecuados a su edad y tamaño, y evitando las horas de más calor y sol. Además, debes secar bien su piel después del baño, sobre todo en los pliegues, para evitar irritaciones o infecciones.

Viajes y paseos

El verano es una buena época para viajar y pasear con tu bebé, siempre que lo hagas con seguridad y comodidad. Si vas a viajar en coche, debes usar un sistema de retención infantil homologado y adaptado a su peso y altura, y colocarlo en el asiento trasero, a ser posible en sentido contrario a la marcha. También debes evitar las horas de más calor y hacer paradas cada dos horas para hidratar y refrescar a tu bebé.

Si vas a pasear con tu bebé, debes usar un cochecito o una mochila portabebés que sean cómodos y transpirables, y que le protejan del sol con una capota o un parasol. También debes evitar las horas de más calor y buscar lugares con sombra y ventilación. No olvides llevar agua, pañales, toallitas, crema solar y un cambiador portátil para atender las necesidades de tu bebé.

Como ves, cuidar a tu bebé en verano no es difícil si sigues estos consejos básicos. Lo más importante es que le mantengas hidratado, fresco y protegido del sol, y que disfrutes con él de esta época tan bonita del año.