¿Cómo no transmitirle estrés al bebé?

Entre la caída de las hormonas, la fatiga y el estrés, las futuras madres pueden ser vulnerables. Pero, ¿puede el niño sentir nuestro estrés, nerviosismo o baja moral? ¿Qué impacto puede tener esto en él y cómo podemos asegurarnos de que no sufra por nuestros estados de ánimo? Veamos a continuación, cómo no transmitirle estrés al bebé.

¿Cómo no transmitirle estrés al bebé?

Incluso estando dentro del vientre materno, el bebé es capaz de sentir y notar todo lo que sucede a lo largo del embarazo. No es solo que pueda llegar a oír la voz de la madre o que incluso se filtre algo de luz, que perciba de forma ligera sino que también puede llegar a sentir cómo la madre se siente cansada o cómo se desarrollan sus emociones.

Y una vez ha nacido, el bebé también puede sentir las emociones de diferentes formas: cuando está en sus brazos siente el latido del corazón de su madre que se acelera en caso de estrés y escucha cuando su voz aumenta o se modula según su condición. En realidad,  el niño es una auténtica esponja emocional y sobre todo con su madre ya que lleva 9 meses viviendo en su útero. Esto es lo que los científicos llaman sincronía, un fenómeno de compartir e interacciones que se establece entre madre e hijo desde el embarazo y luego continúa, dando lugar a un vínculo especial.

¿Siente el bebé cuando lloro en la barriga?

Como comentamos, el feto puede experimentar la tristeza o el posible estado depresivo de su madre mientras aún está en su útero. Repetidamente, puede, a su vez, a nivel emocional, desarrollar un estado de tristeza e incomodidad . Su nivel de cortisol , la hormona del estrés, aumentará según el nivel producido por su madre. Este aumento de cortisol también puede ralentizar el crecimiento del bebé o acelerarlo , todo depende del período de estrés y de la etapa del embarazo. Sin embargo, todavía está parcialmente protegido por una enzima liberada dentro del útero de la madre que actúa como un escudo en caso de descargas de cortisol excesivamente fuertes.

Estrés, depresión: ¿Qué consecuencias puede tener para el bebé?

Además, si la futura madre está realmente muy ansiosa, deprimida y es además un estado continuo, esto puede tener consecuencias en la buena marcha de su embarazo , provocar contracciones o incluso favorecer un parto prematuro. Por otro lado, los hijos de madres particularmente deprimidas pueden caer ellos mismos en depresión o, por el contrario, tienden a querer compensar la condición de su madre siendo muy dinámicos y exigentes. Además ,la depresión de la madre puede afectar la relación madre-hijo , bloqueando el establecimiento de un buen vínculo materno.

¿Qué podemos hacer?

Para que el bebé se sienta bien, es importante que la madre se cuide. Tanto física, mental como emocionalmente. Tampoco deberías sentirse culpable de que el niño sienta sus emociones. Lo importante, para sentirse más sereno, es, en un principio, ralentizar al máximo el ritmo de trabajo y las actividades en paralelo.

Una buena solución es iniciarse en el yoga, la meditación, la terapia de relajación o se puede también como no, acudir al médico para que prescriba la mejor terapia. Todo ello puede servir a la mujer para reenfocarse, y calmarse para evacuar el estrés.

Por otro lado, pedir a la pareja apoyo moral, emocional y para las tareas del hogar ayudará a la mujer a sentirse menos abrumada y más relajada. Si, a pesar de todas estas técnicas, la mujer se sigue sintiendo abrumada por el estrés, el enfado o la tristeza, el uso de un psicólogo puede ser útil para no hundirse en el agotamiento materno, que puede ser perjudicial a la vez para ti y para tu bebé.