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Cómo aprovechar la playa para enseñar y divertir a los niños

Actividades educativas que podemos proponer a los niños en la playa para aprender y divertirse

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La playa es un lugar ideal para disfrutar del verano con los niños, pero también puede ser un espacio de aprendizaje y estimulación. Con un poco de imaginación y algunos materiales sencillos, podemos realizar actividades educativas que potencien el desarrollo cognitivo, emocional y social de los pequeños mientras se lo pasan en grande. Descubre ahora, las actividades para aprovechar la playa para enseñar y divertir a los niños.

Enseñar y divertir a los niños en la playa

Aquí te proponemos ocho ideas para convertir la playa en un aula al aire libre.

Buscar y clasificar conchas, piedras y otros objetos

Una actividad muy sencilla y entretenida es recoger conchas, piedras, algas y otros objetos que encontremos en la arena o en el agua. Podemos pedir a los niños que los clasifiquen según su forma, color, tamaño o textura, y que los cuenten o los ordenen. Así trabajaremos el pensamiento lógico-matemático, la atención y la memoria.

Hacer dibujos y letras con palos o los dedos

Otra forma de aprovechar la arena es hacer dibujos y letras con palos o con los dedos. Podemos proponer a los niños que escriban su nombre, el de sus amigos o familiares, o palabras relacionadas con el verano o la playa. También podemos animarlos a dibujar animales marinos, paisajes o lo que se les ocurra. De esta manera, estimularemos la expresión escrita, la creatividad y la motricidad fina.

Construir castillos, figuras o esculturas de arena

Una de las actividades más clásicas y divertidas de la playa es construir castillos, figuras o esculturas de arena. Podemos usar cubos, palas, moldes o cualquier otro utensilio que tengamos a mano. Lo importante es dejar volar la imaginación y crear obras originales y divertidas. Así fomentaremos la habilidad espacial, la coordinación óculo-manual y el trabajo en equipo.

Jugar al veo-veo o al bingo de la playa

Los juegos de observación son muy adecuados para desarrollar la atención, la concentración y el vocabulario de los niños. Podemos jugar al veo-veo o al bingo de la playa, que consiste en hacer una lista de objetos típicos de la playa (sombrilla, toalla, pelota, gafas de sol, etc.) y marcarlos cuando los veamos. El primero que complete la lista gana.

Experimentar con el agua y la arena

La playa es un laboratorio natural donde podemos experimentar con el agua y la arena. Podemos probar a mezclarlos en diferentes proporciones y ver cómo cambia su consistencia y su color. También podemos observar cómo se forman las olas, las mareas, las corrientes o las espumas. Así despertaremos el interés por la ciencia y el medio ambiente.

Leer cuentos o historias relacionadas con el mar

La lectura es una actividad muy beneficiosa para los niños, ya que mejora su comprensión lectora, su imaginación y su vocabulario. Podemos aprovechar la playa para leer cuentos o historias relacionadas con el mar, como La sirenita, Moby Dick o Veinte mil leguas de viaje submarino. También podemos inventar nuestras propias historias o pedir a los niños que las cuenten.

Hacer yoga, estiramientos o relajación

La playa es un lugar perfecto para practicar yoga, estiramientos o relajación con los niños. Podemos hacer posturas sencillas como el árbol, el gato o el perro boca abajo, o seguir alguna rutina guiada por una aplicación o un vídeo. También podemos tumbarnos en la arena o en una toalla y respirar profundamente mientras escuchamos el sonido del mar. Así favoreceremos el bienestar físico y emocional.

Cantar canciones o hacer rimas sobre el verano

La música es otro recurso muy útil para estimular el lenguaje, la memoria y el ritmo de los niños. Podemos cantar canciones o hacer rimas sobre el verano, la playa o el mar, usando palabras que empiecen o terminen igual, o que tengan algún sonido en común. También podemos inventar nuestras propias canciones o rimas, o cambiar la letra de alguna conocida. Así potenciaremos la expresión oral, la creatividad y la diversión.