Alimentación nocturna del bebé: cuándo es necesaria, cuándo acaba y consejos para descansar
Cada cuánto come el bebé por la noche durante la lactancia
En qué momento podemos dejar de dar la toma de la noche
Consejos para descansar bien durante la lactancia materna
La alimentación nocturna de los bebés es una etapa que forma parte de la lactancia, y aunque desafiante, resulta fundamental para su crecimiento y desarrollo. En los primeros meses de vida, es completamente normal que los bebés necesiten alimentarse durante la noche, ya que sus estómagos son pequeños y no pueden retener grandes cantidades de alimento por largos períodos. Sin embargo, a medida que crecen, tanto los padres como el bebé pueden ir adaptándose a patrones de sueño más estables y lograr descansar mejor. ¿Pero cuándo es realmente necesaria la alimentación nocturna y cuándo podemos empezar a reducirla?
Entender cuándo es necesario alimentar a un bebé durante la noche depende en gran medida de la edad y las necesidades individuales del niño. Los recién nacidos, por ejemplo, necesitan alimentarse frecuentemente porque están en una fase de crecimiento rápido y desarrollo cerebral. Por lo general, durante las primeras semanas, los bebés se alimentan cada dos o tres horas, incluyendo las noches. Con el paso del tiempo, aproximadamente entre los tres y seis meses, muchos bebés comienzan a espaciar sus tomas nocturnas e incluso algunos empiezan a dormir durante más horas seguidas. Sin embargo, esto no es una regla estricta, ya que cada bebé es diferente y algunos pueden necesitar más tiempo para reducir las tomas nocturnas. De este modo saber cuándo acaba la alimentación nocturna puede variar mucho de un bebé a otro. Algunos bebés dejarán de pedir alimento durante la noche de manera natural alrededor de los seis meses, mientras que otros pueden seguir necesitando una o dos tomas nocturnas hasta el primer año. No obstante, si el bebé sigue pidiendo alimento durante la noche después de los seis meses, se puede intentar introducir algunos cambios en la rutina de sueño para ayudar a reducir esas tomas nocturnas de manera gradual y sin afectar su bienestar.
¿Cuándo es necesaria la alimentación nocturna del bebé?
En los primeros meses de vida, los bebés dependen totalmente de la alimentación nocturna, ya que sus cuerpos necesitan un suministro constante de nutrientes para crecer adecuadamente. La leche materna o la fórmula se digiere rápidamente, lo que hace que los bebés necesiten ser alimentados cada pocas horas, incluso durante la noche. A medida que los bebés se acercan a los tres o cuatro meses, algunos empiezan a desarrollar una mayor capacidad para retener alimentos durante períodos más largos y pueden dormir más horas de corrido. No obstante, es importante recordar que las necesidades alimenticias de cada bebé son únicas y no deben compararse.
Factores como el crecimiento acelerado, también conocido como brotes de crecimiento, pueden hacer que algunos bebés necesiten alimentarse más durante la noche en determinados momentos, incluso si ya habían comenzado a dormir más horas seguidas. Estos brotes suelen ocurrir entre las tres semanas y los tres meses de vida. Además, en bebés que son amamantados, la alimentación nocturna puede ayudar a mantener el suministro de leche materna, ya que la succión estimula la producción.
¿Cuándo se puede empezar a reducir la alimentación nocturna?
La edad en la que los bebés pueden dejar de alimentarse durante la noche varía, pero generalmente, a partir de los seis meses, muchos ya están preparados para reducir o eliminar las tomas nocturnas. En este momento, su sistema digestivo ha madurado lo suficiente como para permitirles consumir una mayor cantidad de alimento durante el día, lo que les ayuda a dormir más tiempo sin despertar por hambre. Sin embargo, si un bebé sigue despertando por la noche después de los seis meses, podría ser más una cuestión de hábito que de necesidad nutricional.
Es recomendable que los padres consulten con su pediatra antes de hacer cualquier cambio significativo en las rutinas alimenticias nocturnas. En algunos casos, el bebé podría necesitar más tiempo antes de estar listo para dejar las tomas nocturnas. Reducir gradualmente las tomas, acortando el tiempo de cada alimentación o espaciando más las horas entre ellas, puede ser una forma suave de hacer esta transición.
Consejos para descansar mejor durante la etapa de alimentación nocturna
- Crea una rutina relajante antes de dormir: establecer una rutina constante antes de acostarse puede ayudar al bebé a asociar ciertas actividades con el momento de dormir. Un baño tibio, un masaje suave o leer un cuento pueden ser parte de esta rutina.
- Comparte las responsabilidades nocturnas: si es posible, alternar las alimentaciones nocturnas con la pareja o un familiar puede ayudar a los padres a descansar mejor. Si la madre está amamantando, una opción puede ser extraer leche y que otra persona se encargue de una de las tomas.
- Usa la técnica del sueño gradual: algunos expertos recomiendan el método de ir espaciando poco a poco las tomas nocturnas, disminuyendo la cantidad de leche que el bebé consume por la noche para que se acostumbre a dormir más horas sin alimentarse.
- Asegúrate de que el bebé se alimente bien durante el día: aumentar las tomas diurnas puede reducir la necesidad de alimentarse durante la noche. Asegúrate de que el bebé esté recibiendo suficiente leche materna o fórmula durante el día para que pueda dormir mejor por la noche.
- Mantén la calma y la paciencia:aunque puede ser agotador, es importante recordar que esta fase es temporal. Cada bebé tiene su propio ritmo, y aunque algunos duermen toda la noche a una edad temprana, otros pueden necesitar más tiempo para lograrlo.
La alimentación nocturna es una etapa desafiante, pero con las herramientas adecuadas y una dosis de paciencia, es posible hacer la transición hacia noches más tranquilas para toda la familia.