Bebés

¿Cómo actuar ante los traumatismos infantiles?

En el momento que los niños empiezan a andar y a correr, muchos son los padres que respiran, en cierta medida, tranquilos porque consideran que ya han superado los primeros meses de cólicos del lactante, de las tomas nocturnas, de las complicaciones que trae consigo la curación del ombligo, de las malas noches sin pegar ojo…Y, en parte puede ser verdad, no obstante llegan otros temores como, por ejemplo, a que sus hijos puedan caerse y darse un golpe mientras corren y saltan, golpe que puede ocasionar un traumatismo.

Ante eso seguro que muchos padres, especialmente los primerizos, temerán no saber qué hacer llegado el momento. Por eso, queremos ayudarles. De ahí que, a continuación, vayamos a dar algunos consejos y pautas que indican distintas asociaciones de pediatría:

Cuando se ha hecho una herida

En muchas ocasiones, ya sea jugando o cometiendo alguna “trastada” es posible que el niño sufra un traumatismo y por culpa del mismo se haya hecho una herida en alguna parte del cuerpo. Si esa es profunda, no hay que pensárselo, se tiene que acudir de manera inmediata al centro de salud u hospital más cercano para que los profesionales médicos puedan atenderle y curarle de la manera adecuada.

Si la citada herida no entraña más gravedad se debe proceder a curarla siguiendo estas pautas que te indicamos a continuación:

Cuando lo que tiene es una contusión

En el caso de que el traumatismo que ha sufrido el niño sólo haya dado lugar a una contusión, es importante que los padres lleven a cabo estas otras acciones en pro de que pueda quedar todo en un simple susto:

 

Cuando se considera que hay un esguince

Si el pequeño ha sufrido una caída y se queja del dolor que siente, por ejemplo, en la pierna o en el tobillo, posiblemente se haya realizado un esguince. Por eso, es importante que sus padres actúen siguiendo estas indicaciones:

Otros datos de interés

Todos estos consejos son muy útiles e importantes para poder llevar a cabo la actuación adecuada ante el traumatismo que ha podido sufrir un niño. No obstante, hay otros que también merece la pena subrayar: