OkBaleares
BALEARES

Taxistas de Mallorca ante las agresiones que sufren: «Estamos desprotegidos, ahora hay más delincuencia»

"Es alucinante que dejaran en libertad a los cuatro turistas alemanes que dieron la paliza a un compañero"

Cada vez son menos los trabajadores que quieren trabajar en los turnos de noche en la isla

Piden instalar cámaras de seguridad en los coches, pero aseguran que no se trata de una medida disuasoria

La brutal paliza que recibió un taxista de 71 años por parte de tres turistas alemanes en la localidad de Petra (Mallorca) ha llenado de indignación a un sector que cada vez se siente más inseguro e indefenso ante las agresiones de algunos clientes, sobre todo en los turnos de noche.

El último lamentable episodio fue una brutal agresión que dejó al trabajador de este gremio ingresado en el hospital Son Llàtzer de Palma con múltiples contusiones. Pero son muchas las situaciones de inseguridad y abusos que dificultan enormemente el trabajo de los taxistas en Mallorca, como por ejemplo clientes alcoholizados, vómitos dentro del vehículo, intentos de abuso, insultos, tratos vejatorios, etc.

Un taxista de Palma que ha trabajado durante muchos años en los turnos de noche ha asegurado a OKDIARIO: «Estamos desprotegidos por todas las agresiones que sufrimos, pero es un fenómeno que ocurre a nivel global, no sólo aquí. En general hay más delincuencia».

Sobre la paliza al taxista de 71 años en las inmediaciones de un agroturismo en Petra, este taxista se muestra indignado. «Me parece alucinante que dejaran en libertad a los cuatro turistas alemanes». Cabe recordar que los autores de los hechos son policías de profesión y en esa misma noche iban bajos los efectos del alcohol.

Cámaras de seguridad en los coches

Por su parte, el presidente de Taxis-Pimem, Biel Moragues, asegura que a día de hoy el sector del taxi en la isla está «preocupado» porque las agresiones «cada vez van a más» y «eso nos está llevando a que la gente cada vez quiera trabajar menos de noche».

Ante las posibles soluciones que pongan fin a estas situaciones, Moragues ha indicado que «todo debe encaminarse a dotar a los coches de cámaras de seguridad para grabar las imágenes internas y externas, aunque es una información para después, no tiene un efecto disuasorio».

Por otro lado, el presidente de taxis Pimem descarta las mamparas en el interior de los coches como solución ya que «hoy por hoy la gente no las quiere llevar, el coche no está preparado. Además, no tenemos un instalador de mamparas oficial en Baleares que pueda sellar las instalaciones».

Las zonas donde más se producen estas situaciones de inseguridad hacia los taxistas en Mallorca son los enclaves turísticos de Calvià, concretamente Punta Ballena en Magaluf, y la Playa de Palma. «Es donde hay más gente concentrada, sobre todo de jóvenes alemanes y hooligans que vienen a desmadrarse», expone Moragues.

La principal causa que genera estos episodios de violencia y mal comportamiento contra los taxistas de Mallorca está bastante clara: el alcohol. «Hay gente que se cree que puede ir rozando el coma etílico durante toda la noche y luego te vomitan en el coche y hay malos tratos tanto al vehículo como al taxista», denuncia el presidente de Taxis-Pimem.

Cabe recordar que la Policía Local detuvo el pasado 1 de julio en Palma a un ciudadano de origen lituano de 35 años por agredir a un taxista en Playa de Palma y provocar daños en el exterior del vehículo sobre las cinco de la madrugada.

El conductor circulaba por la calle Llaüt y sin mediar provocación un varón lanzó una patada contra su taxi ocasionándole desperfectos. El taxista, al recriminarle su acción, recibió varios puñetazos, así como un gesto amenazante de cortarle el cuello.

Por si fuera poco, el pasado mes de mayo un joven taxista del municipio de Calvià sufrió una brutal paliza por parte de cuatro personas que se hacían pasar por sordomudos para que les donaran dinero.

En Palma también se han producido recientemente episodios de violencia contra taxistas. En febrero una joven de 27 años, de nacionalidad francesa, clavó unas tijeras en el hombro a un taxista después de que este le recriminara que se había marchado sin pagarle la carrera, cuyo importe ascendía a 50 euros.