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La peatonalización más polémica del Ayuntamiento de Palma se retrasa hasta junio

Prórroga de seis semanas para la reurbanización de 275 metros de la calle Nuredduna que costará 1,8 millones

Los vecinos denuncian el colapso de tráfico que provocará en el resto del barrio de Pere Garau

Vecinos y entidades de Pere Garau exigen rectificar el proyecto del eje cívico de Nuredduna

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El proyecto urbanístico más polémico de los que ha ejecutado el gobierno de coalición de socialistas, nacionalistas y populistas de Unidas Podemos (UP) en sus dos legislaturas al frente del Ayuntamiento de Palma, el eje cívico de la calle Nuredduna, retrasa su ejecución dos meses, y estará acabado el próximo mes de junio.  

Una peatonalización y reurbanización de 275 metros de calle en la que el alcalde, José Hila, se dejará 1,8 millones de euros, y que cuenta con el rechazo frontal del grueso de entidades vecinales de la zona de Pere Garau, opuestas al cierre total al tráfico rodado, incluyendo el transporte público, de la principal arteria de acceso al barrio. 

Sin bien estaba prevista su inauguración para abril, tras haberse adjudicado los trabajos de rediseño de esta calle el pasado mes de agosto con un término de ejecución de ocho meses, la última Junta de Gobierno de 2021, aprobó una prórroga por un periodo de seis semanas. 

Si no hay más demoras, la apertura al público del controvertido eje peatonal, tendrá lugar el próximo mes de junio, a un año de las próximas elecciones municipales. Clausurado hace semanas ya, el paso subterráneo que canaliza el tráfico desde Avenidas hacia esta calle del Ensanche palmesano, en estos momentos, los operarios de Vopsa trabajan ya en el nuevo pavimento de NureddunaPor delante, aún resta el desarrollo del grueso de la propuesta municipal que incluye, entre otros, grandes jardineras donde se plantarán diferentes especies arbustivas mediterráneas y tapizantes.

Lo que no se contempla, en ningún momento, es dar respuesta a las demandas vecinales que reclaman entidades como ‘Flipau amb Pere Garau’, ARCA o la Asociación de Comerciantes del Mercado de Pere Garau. 

Unos colectivos que han denunciado desde antes del inicio de las obras, los problemas de movilidad que este proyecto va a provocar en el resto de calles del barrio. Unas consecuencias que desde agosto, tras el inicio de las obras del futuro eje cívico, ya están padeciendo los residentes de las arterias colindantes. 

Es el caso de los vecinos de la calle Nicolau de Pacs, donde el ruido ha aumentado al recibir gran parte del tráfico desviado y cuatro líneas de autobús adicionales, tras habilitarse una macro parada de la EMT. Y es que la presencia continua de autobuses, supone una intimidación para quienes usan el paso de cebra de esta calzada, en especial, para las personas mayores que se sienten en peligro cada vez que deben cruzar la calle.

El incremento destacado de la contaminación acústica condena a los residentes a vivir con las ventanas cerradas. Las entidades vecinales reclaman que en Nuredduna se combine la prioridad peatonal con el paso del transporte público, algo que en el estado actual de las obras, todavía es posible. Sin embargo, no parece, que sea ésta la intención de un gobierno municipal, poco o nada dado, a negociar con los afectados sus proyectos de movilidad.