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Palma emprenderá acciones legales contra la empresa que desmontó la polémica escultura de Dávila

La polémica escultura Primitive Irruption del artista mexicano José Eduardo Dávila, donada al Ayuntamiento de Palma por parte de la galería Kewenig, con la oposición de la Asociación de Artistas Visuales de Baleares (Aavib), y que en mayo fue instalada en el paseo de Can Pastilla, ha aparecido tirada en un descampado en Calvià. El Ayuntamiento de Palma ya ha anunciado que emprenderá acciones legales contra la empresa encargada del desmontaje y custodia de la escultura Primitive Irruption para constatar si ha habido mala praxis después de que la obra haya aparecido abandonada en un solar de Calvià.

«Estamos muy enfadados, muy disgustados con la empresa. No puede ser que la pieza, propiedad del Ayuntamiento, se haya encontrado en estas circunstancias», ha afirmado el regidor de Cultura, Javier Bonet, en declaraciones a los medios.

Bonet ha explicado que se ha reclamado toda la información referida a esta incidencia con el objetivo de aclarar las razones por las que la escultura ha aparecido lejos del emplazamiento al que había sido destinada, que debía ser el taller de la empresa contratada, situado en el Polígono de Son Castelló, en Palma, informa Europa Press.

Cabe recordar que la creación escultórica, valorada en unos 120.000 euros, fue donada al Consistorio por parte de la galería privada Kewenig el pasado 5 de abril coincidiendo con el tramo final de la pasada legislatura.

También fue entonces cuando el anterior equipo de gobierno decidió ubicar la obra en el paseo de Can Pastilla, en Playa de Palma, lo que motivó una reclamación de Demarcación de Costas de Baleares solicitando el traslado inmediato de la escultura, toda vez que el punto escogido correspondía a un área perteneciente al ámbito territorial de este organismo.

Al mismo tiempo, la ubicación de la estatua dio lugar a la elaboración de distintos atestados de la Policía Local debido al riesgo que implicaba para la integridad física de los peatones de la zona.

Ya en la actual legislatura, el departamento de Cultura, a través de la dirección general de Patrimonio e Interpretación acordó la retirada de la pieza con la intención de efectuar su traslado a una nueva ubicación.

A dichos efectos, Cort firmó un contrato con la empresa especializada Pradas-Art por valor de algo más de 5.500 euros, donde figuraba la obligación del adjudicatario de llevar a cabo el desmontaje de la escultura, obra de José Dávila, el traslado al taller, donde el concesionario del servicio asumía las labores de guardia y custodia de la obra, y la futura instalación en un nuevo emplazamiento.

La elección de esta empresa para realizar las tareas asignadas en el contrato partió de la recomendación efectuada directamente al Ayuntamiento por parte de la galería Kewenig.

De hecho, fue esta misma empresa la que, por indicación del gobierno municipal de la anterior legislatura, la que se encargó, siguiendo la petición de la galería, de la colocación de la pieza en su ubicación inicial en Playa de Palma.

La retirada de la escultura desde este punto tuvo lugar el pasado 24 de julio, con la supervisión de técnicos municipales expertos en patrimonio.

«Ahora la principal preocupación del equipo de gobierno es saber por qué la escultura ha aparecido en unos terrenos de Calvià en vez de haber sido trasladada y custodiada en el taller de la empresa que había asumido ese servicio», ha afirmado.