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La nueva bajada del precio de la leche obliga a los ganaderos de Menorca a sacrificar vacas

Tras la bajada del precio por parte de Coinga, los productores pierden 22 céntimos por cada litro de leche que producen

Los ganaderos cobran el litro de leche a 49 céntimos de media cuando en la península se paga a 60 céntimos

Baleares ha perdido en dos décadas el 65% de las explotaciones ganaderas por falta de rentabilidad

La nueva reducción del precio de la leche que pagan las industrias obliga a los ganaderos a reducir la producción y el gasto en alimentación, lo que implica directamente el sacrificio de animales. En Menorca, la decisión de Coinga de bajar dos céntimos el litro de leche que paga a los ganaderos ha causado el enfado de las tres asociaciones agrarias de la isla, Agrame, Fagme y Unió de Pagesos, y así los expresaron tras la reunión mantenida el pasado martes.

A los ganaderos de Menorca, la producción de un litro de leche les cuesta entre 0,70 y 0,72 euros y la venden a una media de 0,49 euros. De esta forma, por cada litro de leche que producen pierden unos 22 céntimos llegándose al extremo de que cuanto más producen más dinero pierden.

Según ha desvelado el diario Menorca, las tres asociaciones agrarias de la isla antes mencionadas han emitido un comunicado conjunto en el que recuerdan que el precio de la leche que se paga en Menorca, pese al aumento registrado en el último año, está muy por debajo de la media nacional.

Durante el año 2022 los ganaderos cobraron la leche a 0,49 céntimos frente a los 60 céntimos que se pagan en la península. Este año 2023 la cobraban inicialmente a 50 céntimos pero Coinga ha rebajado ahora el precio a 48 céntimos aunque la empresa asegura que se trata de una medida coyuntural.  Lo que es seguro es que no habrá un aumento del precio de compra de leche a los ganaderos.

Según informa el diario Menorca, el año pasado ya se redujo la producción de leche en Menorca, al pasar de los 50,33 millones de litros en 2021 a los 44,2 en 2022, una bajada del 12%, y que a raíz del anuncio de los payeses podría seguir reduciéndose este 2023.

Hace ahora aproximadamente un año los ganaderos de Menorca ya mostraron su desesperación por el incremento de los costes de producción y el bajo precio de la leche. En aquel momento de aumento disparatado de precios, la situación llegó a ser tan dramática para los ganaderos que cerraron algunas explotaciones y se sacrificaron vacas.

La subida de los precios de la electricidad o el pienso, por ejemplo, añadidos a la sequía agravaron la situación de las fincas y este año se repite lo mismo con una falta de lluvias más acentuada, lo que implica menos producción de forraje y más gasto en compra de pienso.

En abril del 2002 la diputada del PP que ejerce de portavoz en temas del campo, Asunción Pons, ya advertía de que «el cierre de explotaciones ganaderas en Mallorca y Menorca se acentuará estos próximos meses por el incremento de costes, sobre todo de alimentación animal, piensos, abonos, gasoil, electricidad, servicios , etcétera».

Pons señalaba que el desequilibrio por el encarecimiento de costes y los bajos precios que reciben los ganaderos de vacuno de leche de Baleares «los ha conducido a una situación límite, con el resultado de abandono de fincas, sacrificio de vacas en producción y la interrupción del relevo generacional».

Todos los indicadores demuestran la situación desesperada que viven los ganaderos de Baleares. Entre los años 2003 y 2020 han desaparecido en Baleares más de dos terceras partes de las explotaciones ganaderas. En 2003 había en las Islas 18.683 vacas productoras de leche de las que ahora sólo quedan 8.757. También había hace 19 años 299 explotaciones ganaderas que ahora se han reducido a 134.

Y todo esto a pesar de que la leche no es un producto excedentario ya que en Baleares se consume casi tres veces más de la que se produce. Baleares produce 40.000 toneladas de leche al año y consume 112.000.