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No olvidamos

Como cada año desde aquel trágico 30 de julio de 2009, recordamos con profundo dolor y firme determinación el cobarde atentado perpetrado por la banda terrorista ETA en Palmanova, Mallorca, que acabó con la vida de los guardias civiles Diego Salvá Lezaun y Carlos Sáenz de Tejada. Dos jóvenes españoles, valientes servidores de la patria, que fueron vilmente asesinados por hacer su deber: protegernos a todos. 

En Vox no olvidamos. No blanqueamos. No pactamos con quienes simpatizan con los verdugos. Porque la memoria, la dignidad y la justicia no pueden ser objeto de mercadeo político ni de ingeniería social. No podemos permitir que el sacrificio de nuestros héroes quede reducido al silencio cómplice de quienes hoy gobiernan de la mano de los herederos ideológicos de ETA. 

El asesinato de Diego y Carlos no fue un acto aislado, fue parte de una estrategia terrorista con un objetivo claro: romper España, destruir nuestra nación, doblegar la voluntad de un pueblo que jamás se rindió. ETA no luchaba por ideas; luchaba por imponer un proyecto totalitario a base de bombas y pistolas, y durante décadas encontró cobertura y justificación en sectores de la izquierda que hoy gobiernan este país. 

Resulta insultante ver cómo en pleno 2025 se permite que Bildu -formación que jamás ha condenado explícita y rotundamente los crímenes de ETA- tenga representación en las instituciones, presida comisiones y hasta influya en los Presupuestos Generales del Estado. ¿Qué dirían hoy Diego y Carlos, y sus familias, al ver a sus asesinos o a sus cómplices morales ocupando escaños en el Congreso de los Diputados? 

En Vox lo decimos alto y claro: la memoria de las víctimas no se negocia. Exigimos que se ilegalicen los partidos que no condenen el terrorismo. Exigimos que se revoquen los beneficios penitenciarios a los etarras que no colaboren con la Justicia ni se arrepientan. Exigimos que se proteja el relato veraz de lo que fue ETA: una organización criminal de ultraizquierda, nacionalista y antiespañola, responsable de casi 900 asesinatos. 

Los homenajes a etarras en los pueblos del País Vasco y Navarra son una afrenta al Estado de Derecho. No se puede permitir que quienes han sembrado el terror sean recibidos como héroes mientras los verdaderos héroes, como Diego y Carlos, son recordados únicamente por sus familias, sus compañeros y quienes creemos en una España unida y justa. 

El Gobierno actual, en su afán de mantenerse en el poder a toda costa, ha abandonado moralmente a las víctimas del terrorismo. Se arrodilla ante los que insultan su memoria y pacta con quienes jamás han pedido perdón. Esta ignominia debe terminar. 

Desde Vox reiteramos nuestro compromiso absoluto con las víctimas del terrorismo. Trabajamos cada día para que su voz no sea silenciada, para que su sufrimiento no sea en vano y para que se haga justicia. Nos negamos a normalizar lo que nunca debe ser normalizado: la presencia de quienes justificaron el terror en las instituciones de la nación que pretendieron destruir. 

Hoy, más que nunca, rendimos homenaje a Diego y Carlos. Con respeto, con dolor y con un compromiso firme: que sus muertes no sean olvidadas, que su sacrificio nos guíe y que su memoria inspire una España más fuerte, más segura y más digna. Por ellos, por sus familias, por todos los que dieron su vida por España: no olvidamos, no perdonamos, no claudicamos. ¡Honor y gloria a nuestros héroes!