Morel-Ruymen, el especulador francés que se ha convertido en el polémico magnate de Menorca
Sus inversiones han traspasado con frecuencia los límites de la legalidad y han recibido fuertes sanciones
En el centro histórico de Ciudadela ha reconvertido dos casas señoriales y la antigua residencia del obispo en hoteles de lujo
El nuevo magnate de Menorca, y más concretamente de Ciudadela, es el especulador francés Laurent Morel-Ruymen que, no exento de polémica, se ha convertido en el gran promotor turístico e inmobiliario de la segunda ciudad de Menorca. Con sus inversiones millonarias ha rozado siempre los límites de la legalidad y con frecuencia los ha traspasado y ha tenido que pagar fuertes sanciones impuestas por el Consell Insular a través del Consorcio para la Protección de la Legalidad Urbanística del Suelo Rústico, ha sido denunciado por el Ayuntamiento y ha tenido serios problemas con Hacienda.
Morel-Ruymen descubrió Menorca hace algo más de una década. Se enamoró de la isla y en especial de Ciudadela, la ciudad que ha convertido en el centro de sus operaciones inmobiliarias y especulativas canalizando inversiones millonarias de capital francés. Ha tenido la habilidad de fascinar a políticos , instituciones e incluso a organizaciones ecologistas al tiempo que ha generado el rechazo de los residentes por algunas de sus actuaciones.
Muchos vecinos de Ciudadela se sienten expropiados por el magnate francés aunque también los hay que aplauden sus inversiones y la actividad económica que han generado.
Morel-Ruymen se dio a conocer con la creación de Can Faustino, una casa señorial del siglo XVII ubicada en el centro histórico de Ciudadela que reconvirtió en el primer establecimiento de lujo de la cadena Relais&Chateaux de Menorca. Se trata de un un cinco estrellas con 21 habitaciones.
Posteriormente, en 2021, transformó el inmueble de Sa Catòlica, que pertenece a la Diócesis, en dos hoteles boutique situados junto a la Catedral: Cal Bisbe y Can Llorenç. Estos dos establecimientos de lujo vinculados a Can Faustino suman 18 habitaciones destinadas al turismo de alta calidad.
Sa Catòlica, rebautizado comercialmente como Cal Bisbe, es un palacio del siglo XVIII que fue la residencia del obispo de Menorca. La propiedad del casal ahora reconvertido en hotel sigue siendo la Diócesis de Menorca que, mantiene un contrato de alquiler con el empresario francés. Cal Bisbe está unido a Can Llorenç y ambos establecimiento están gestionados por Can Faustino.
Can Faustino, Sa Catòlica y Can Llorenç son de la empresa Mare&Terra fundada por Morel-Ruymen. De hecho, el promotor francés ha creado todo un entramado de empresas para realizar sus inversiones en Menorca. Son empresas creadas específicamente para proyectos concretos como la compra de edificios históricos y llocs (fincas rústicas). Llama la atención que son siempre empresas de escaso capital social y en las que Morel-Ruymen es por lo general el único accionista y administrador. Estas sociedades canalizan grandes inversiones de capital francés.
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