OkBaleares
Periodista e historidador

Manuel Aguilera: «La II República negoció con Hitler y Mussolini vender Mallorca para ganar la Guerra Civil»

"Mussolini planeaba repoblar Baleares con unos 100.000 italianos, era una gran operación de reemplazo poblacional"

"Las negociaciones llegaron hasta el Consejo de Ministros, los republicanos buscaban darle la vuelta al conflicto"

Manuel Aguilera (Palma, 1978) es de esos periodistas e historiadores algo incómodos para la izquierda balear por contar sin pelos en la lengua aquellas historias de la Guerra Civil en Mallorca silenciadas deliberadamente por el republicanismo. En los últimos meses ha estado trabajando intensamente en la elaboración de una larga lista de víctimas de los bombardeos del bando republicano en Mallorca, pero durante toda su trayectoria ha ido contando aquellos episodios olvidados de la guerra civil española que tuvieron lugar en Baleares y que poca gente conoce.

Uno de sus éxitos más recientes ha sido el libro ‘El Oro de Mussolini’ publicado en 2022. Manuel Aguilera dedicó todos sus esfuerzos en explicar con todo tipo de detalles cómo la II República negoció muy seriamente con Hitler y Mussolini vender las Islas Baleares a la Italia fascista a cambio de que retiraran su apoyo a Franco en la Guerra Civil.

Es la denominada ‘Operación Schumeister’, que este historiador mallorquín conoce a la perfección y que vuelve a contar en esta entrevista a OKBALEARES, en la que también repasa otros hechos de la Guerra Civil en Mallorca que ha investigado a fondo como el desembarco de Bayo.

P. – En el libro El Oro de Mussolini cuenta la denominada ‘Operación Schulmeister’. La existencia se conocía, pero hace grandes aportaciones.

R. – Sí. La ‘operación Schulmeister’ la mencionó Luis Araquistáin, embajador republicano en París, en sus memorias, pero yo fui a los archivos y conté en detalle en qué consistió. Fue una negociación de la II República con Hitler y Mussolini para que salieran de la guerra civil española a cambio de ceder Mallorca. Duró varios meses en 1937 y pudo cambiar el curso del conflicto. La operación llegó hasta el Consejo de Ministros. Si los republicanos conseguían que Italia y Alemania salieran de la guerra, tenían posibilidades de darle la vuelta a la historia y al desarrollo del conflicto.

P – ¿Aporta documentos?

R. – Sí, los encontré en la Universidad de Stanford y luego en el Archivo Histórico Nacional. Son unas cien páginas de actas de reuniones con emisarios de Mussolini y Hitler. Fui verificando en Londres, Roma y otros archivos.

P. – ¿Una historia que nunca se había contado en profundidad… ¿verdad?

R. – Exacto. Solo Ángel Viñas la había mencionado, pero sin detalles. Yo descubrí que la negociación llegó al Consejo de Ministros, con Largo Caballero al tanto. La República estuvo dispuesta a ceder Baleares a cambio de ganar la guerra.

P. – ¿Baleares hubiera pasado a ser italiana?

R. – Sí. Mussolini planeaba repoblar Baleares con italianos, unos 100.000, en un momento en el que el archipiélago tenía 300.000 habitantes. Uno de cada cuatro habitantes iba a ser italiano. Era una operación de reemplazo poblacional bastante grande teniendo en cuenta todo lo que eso implica: casas donde viivr, trabajos…. Era un proyecto serio.

P. – ¿En qué momento se frustró?

R. – Cuando cayó Largo Caballero y entró Negrín, que suspendió las negociaciones. Era mayo del 37, justo tras el bombardeo de Guernica, y ya era impensable pactar con Hitler o Mussolini.

P. – Esto es un tema incómodo para la izquierda en Mallorca. ¿Has notado que te dieran la espalda?

R. – No, en general ha tenido buena aceptación, incluso en medios de izquierda o independentistas. El único que no me ha entrevistado ha sido El País, aunque otros medios del grupo sí lo hicieron.

P. – Siguiendo con tus estudios, volviendo a las víctimas sin memoria, ¿que cuentas en tu artículo «Un artanenc sin memoria»?

R. – Sí. En ese artículo reclamo que si en Artà se reconoce a las víctimas de los bombardeos italianos, también se incluya a un artanenc muerto en Palma por un bombardeo republicano. Si no, distinguimos víctimas según quién las mató, no según su inocencia.

P. – Y en su libro Compañeros y camaradas, ¿qué cuentas?

R. – Es mi tesis. Cuento las luchas internas dentro del bando republicano, sobre todo entre comunistas y anarquistas. Relato dos combates: mayo del 37 en Barcelona y marzo del 39 en Madrid. Hago un listado nominal de víctimas del propio bando antifascista, algo que nunca se había hecho.

P. – Y sobre el desembarco de Bayo, ¿qué opinas de su figura?

R. – El capitán Bayo fue un visionario. Sabía la importancia estratégica de Mallorca: si la República perdía la isla, podía convertirse en un portaaviones contra su retaguardia. Sabía que unos aviones podían machacar toda la retaguardia republicana desde Mallorca y esto lo avisó constantemente. Por eso organizó un desembarco con milicias catalanas en agosto del 36, pero Indalecio Prieto ordenó la retirada. Bayo decía: “Perdimos Mallorca, perdimos la guerra”. Insistió mucho en la importancia estratégica de Mallorca en el Mediterráneo y en la retaguardia republicana.

P. – ¿Llegó a desembarcar?

R. – Sí, el 16 de agosto del 36 entre Porto Cristo y s’Illot, en el Llevant de Mallorca. Tenía superioridad numérica, pero hubo desorganización, problemas con la artillería, y los italianos intervinieron el 28 de agosto, cambiando el rumbo. Finalmente se retiraron, salvando a casi todos, aunque algunos prisioneros fueron fusilados.

P. – ¿Se sabe quiénes fueron?

R. – Sí, hay un listado de 372 muertos con nombres, apellidos y hasta fotos de algunos.

P. – ¿Quién fue el periodista del desembarco?

R. – En el bando nacional había un alférez de morteros llamado Gabriel Fuster Mayans, luego conocido como Gaufín, periodista muy culto que escribió en el diario Baleares y tiene un busto en la Plaza Mayor de Palma.