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El Mallorca espera un gesto de Larin que sirva para desatascar su fichaje

La carta que juega Ortells es el sí del jugador, que hace ya semanas que llegó a un acuerdo con los bermellones

El Valladolid le dice «no» al Mallorca

Está muy difícil, pero existen aún posibilidades de que Cyle Larin acabe en el Mallorca. La carta que juega Ortells es el sí del jugador, que hace ya semanas que llegó a un acuerdo con los bermellones. A partir de ahí, lo que se espera ahora del canadiense, que aún no se ha incorporado a la concentración del Valladolid, es una prueba en la que claramente exprese su deseo de abandonar el equipo pucelano. El Mallorca espera un gesto de Larin.

El Mallorca había planteado en las últimas horas una oferta definitiva de seis millones de euros más bonus por la carta de libertad del jugador, por el que el Valladolid pedía inicialmente diez millones, aunque en las últimas semanas había bajado a ocho. Tras la respuesta negativa del club castellano el director deportivo mallorquinista, Pablo Ortells, no tiene previsto realizar ninguna contraoferta. Su estrategia va a ser esperar algún movimiento por parte del futbolista, con el que ya tiene un acuerdo, y que ya en el pasado se declaró en rebeldía cuando jugaba en Orlando a fin de favorecer su traspaso al Besiktas turco, que le fichó en enero de 2018.

El club balear ha llegado al tope de sus posibilidades económicas. Ahora mismo estamos hablando de una operación que supondrá una inversión de 15 millones de euros a pagar durante los cuatro próximos años, lo que implica una amortización anual de más de 3,5 millones. Es mucho dinero. Lo lógico es pensar que el Valladolid acabe cediendo, pero se corre el riesgo de llegar al último día sin nada cerrado, y por ahí no quiere pasar Aguirre.

Estamos viviendo justo al revés el caso Budimir. El Valladolid creyó que presionando al Mallorca a través del jugador podría conseguir que le dieran luz verde y lo que sucedió es que se llegó al cierre del mercado sin acuerdo y el croata acabó yéndose a Osasuna. El Valladolid descendió esa temporada a Segunda. Es una lección que hay que aprender, para lo bueno y para lo malo.