El Govern balear licita por segunda vez las obras de la residencia de Son Dureta para dependientes
Las obras comenzaron en 2022 pero el Govern resolvió el contrato el pasado mes de julio por la quiebra de la concesionaria
El edificio contará con 120 plazas residenciales, con 96 habitaciones individuales y 12 dobles
La Conselleria de Asuntos Sociales del Govern balear ha licitado por segunda vez las obras del centro de largas estancias sociosanitarias de Son Dureta, en Palma, por 6.828.911,68 euros (IVA incluido) Las empresas interesadas pueden presentar su proyecto como máximo día 27 de enero de 2025.
Las obras habían comenzado en el 2022 pero el Govern resolvió el contrato el pasado mes de julio a raíz del concurso de acreedores de la concesionaria, Levantina, Ingeniería y Construcción (LIC). La previsión es que las obras arranquen durante la próxima primavera y que tengan una duración estimada de 12 meses. En estos momentos, queda el 38,3% por ejecutar.
El proyecto, redactado por MIBA Architects SLP, prevé una superficie construida de 5.910.000 m2 distribuidos en tres plantas. Una vez terminada, esta infraestructura contará con 120 plazas residenciales, con 96 habitaciones individuales y 12 dobles.
El coste previsto de las obras es de 17.664.156 euros, con fondos propios de la Conselleria y fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
La demolición de Son Dureta
El pasado mes de octubre comenzó la demolición de la última fase del antiguo Hospital Son Dureta, que está previsto que finalicen en el mes de agosto de 2025, cuando empezará la construcción del nuevo centro sanitario. El nuevo centro sanitario tendrá una capacidad para 540 camas para atender a pacientes de estancia media y larga.
El derrumbe del edificio principal se inició demoliendo el área de los quirófanos y el recibidor de urgencias para seguir después con la sección semicircular, que se atacará desde el lateral que da a la calle Andrea Doria, y, por último, se acabará en el área de psiquiatría, colindante con el bosque de Bellver, según ha señalado la Conselleria de Salud en una nota de prensa.
Asimismo, para derribar este edificio emblemático se utiliza maquinaria de demolición de alto alcance para demoler desde las fachadas hacia el interior del edificio y robots compactos que trabajan desde el interior -que sustituyen a la maquinaria manual- para utilizar en las plantas más elevadas.
Las obras de demolición de este edificio las realiza la UTE formada por Melchor Mascaró, SAU, y Excavaciones y Demoliciones Medina, SL, por un importe de 3,5 millones de euros.
Posteriormente, una vez demolido el edificio, empezará la fase de construcción del nuevo edificio, que tendrá la misma estructura semicircular y una superficie total de unos 44.000 metros cuadrados, destinados a pacientes que reciben tratamientos, cuidados y rehabilitación para recuperar su autonomía e integrarse en la sociedad.
La capacidad será para 300 camas y contará con un área ambulatoria para 80 pacientes diarios que incluirá espacios de rehabilitación y consultas externas, y una unidad con 30 camas para tratar enfermedades como la demencia y trastornos de conducta. Además, habrá espacios destinados a los equipos de cuidados paliativos (ESAD), al Banco de Sangre y un área logística y de servicios.