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Crítica de arte

La galería Pep Llabrés abre el año con una muestra colectiva en torno al reto de la geometría

Artistas de la galería, con la incorporación de un David Magan, plasman su visión de la forma y el color del mundo

Abstracción y Op Art como hilo conductor de 'Geometrías distantes', que permanecerá abierta hasta el 10 de marzo

El año 2022 lo abre la galería Pep Llabrés con una exposición colectiva que lleva su sello de una manera muy clara, una muestra que indaga en los recovecos de la geometría cuando se está a un paso del Op Art, es decir, a un paso de ese movimiento inacabado, infinito, que juega con el ojo del espectador a conciencia de su esclavitud óptica. Un maestro en este campo es Robert Ferrer, un artista que lleva años adscrito a la galería, al que ha seguido, con un acento más clásico dentro del espectro de lo que podría considerarse ahijado a los vanguardismos del pasado siglo, Aina Albó Puigserver, que muestra tres obras de esmerado equilibrio y ese eco ataráxico que poseían las incursiones artísticas de, por ejemplo, Le Corbusier.

La colectiva incluye piezas de seis artistas, bueno, en realidad de siete, pues uno de los bloques se debe a una firma dual compuesta por dos artistas. Se trata de 2monos, colectivo artístico creado en 2010 por Nicoleta Mantoan y Alejandro Dumon. Además de los dos citados anteriormente, Robert Ferrer (Valencia, 1978) y Aina Albó (Palma, 1982) los otros participantes en la exposición Geometrías distantes son el vallisoletano Carlos Cartaxo (Valladolid, 1978), también una firma de la galería; Emilio Gañan (Plasencia, 1971) y David Magan (Madrid, 1979), éste último recién incorporado al proyecto galerístico.

El hilo conductor de la exposición es, como su propio título indica, la geometría. Es significativo que, tras los abundantes esfuerzos por agotar este campo, algo que se viene intentando desde los tiempos de Leonardo (e incluso antes), la geometría, entendida desde su perspectiva clásica, euclidiana, siga permitiendo el hallazgo de nuevos tesoros, la apertura de nuevas brechas en la composición de las formas, la luz y los colores.

Obra de David Magan.

Ciertamente que algunas de las propuestas de esta exposición, concretamente las del recién incorporado David Magan, puede entenderse que trascienden los límites de la geometría clásica, apurando la aproximación a ese otro campo donde la física cuántica está haciendo furor hoy en día y en donde la determinación de la materia ha dejado paso a la plasmación de la nube de probabilidades que sólo apunta a una existencia posible, nunca completamente determinante o real. Esa nueva perspectiva se cuela también en el trabajo del colectivo 2monos, cuyas piezas nos evocan a una representación del conocido principio de indeterminación de Heisenberg, sin ir más lejos.

Las representaciones geométricas han supuesto siempre un concepto antropocéntrico del universo, pues el movimiento general de éste lleva aparejado el desorden y el caos, es decir, el aumento de la entropía. Son geométricas las propuestas que hace el ser humano para detener la degeneración y la expansión del mal, y es por ello por lo que religiones que intentan esquivar el mundo de las pasiones humanas, como es el caso del budismo o incluso el islamismo, abogan por las representaciones geométricas e incluso prohíben la figuración; ya no digamos cuando se trata de la plasmación de ese tipo de imágenes de patrón expresionista que tanto predicamento han tenido en Occidente en el último siglo (hablo de toda la corriente que nace en Alemania con los Nuevos Salvajes, por ejemplo).

Geometrías distantes es una exposición certera y muy bien equilibrada, donde la abstracción se embarca en la aventura de conquistar el territorio de la belleza, algo que hoy en día resulta inaudito. Alcanzar a desembarcar en esta orilla, casi despoblada en nuestros míseros tiempos, sin perder la impronta de contemporaneidad, es en verdad meritorio. Por eso, y por otras razones que aquí no caben, vale la pena visitar esta muy recomendable exposición colectiva.