Estos son los medios que han provocado el linchamiento del policía infiltrado en grupos anarquistas

La prensa independentista se ha volcado en ofrecer la fotografía y múltiples detalles del policía mallorquín infiltrado en movimientos sociales y anarquistas de Cataluña y que está siendo objeto de linchamiento en las redes sociales.  La fotografía del policía infiltrado fue publicada inicialmente por el semanario La Directa y pronto fue reproducida por diversos medios independentistas como el Nacional.cat, El Salto e incluso la televisión autonómica de Cataluña TV3. Todos estos medios dan amplia información sobre el agente infiltrado, publican su imagen y ofrecen detalles sobre los tatuajes que porta.

También publica la fotografía del agente infiltrado el diario independentistas de dBalears, que edita la trambién independentista Obra Cultural Balear, una de las entidades más subvencionadas por el Govern de Francina Armengol.

Con la publicación de la fotografía del agente, la prensa independentista ha provocado su linchamiento en las redes sociales ante la pasividad del Ministerio de Interior que, como ya hiciera en un caso precedente, no ha emprendido ninguna acción para proteger al policía que ahora se siente totalmente desamparado.

El pasado mes de junio estos mismos medios ya pusieron en la diana a otro policía infiltrado en los movimientos independentistas para que fuera linchado. Dieron amplia información del caso, publicaron su foto y ofrecieron detalles sobre su vida. Ofrecieron incluso los datos de la vivienda del agente para facilitar el trabajo a los acosadores. Entre otras cosas, el Nacional.cat publicó que el agente se había comprado un piso en Mahón (Menorca) y divulgó una foto suya, aunque con la cara pixelada.

El nuevo caso versa sobre un agente de la Policía Nacional de origen mallorquín que estuvo desde 2020 y hasta el pasado mes de octubre infiltrado en el centro social okupado la Cinétika, en el barrio de Sant Andreu de Barcelona.

La Directa primero y después otros medios catalanes cuentan que el agente se hacía llamar Daniel Hernández Pons, curiosamente los mismos apellidos que el otro agente infiltrado destapado por los mismos digitales y también de origen balear. El agente de policía se tatuó el cuerpo y se pintó el pelo y así consiguió introducirse en el movimiento libertario de Barcelona. Se ganó la confianza de los activistas del movimiento anarquista e incluso llegó a tener las llaves de algunos locales y centros sociales okupados.

Este martes, además, se ha sabido que cinco mujeres presentarán una querella criminal contra el agente, su superior jerárquico y el Ministerio de Interior  como responsable civil subsidiario por delitos de abusos sexuales contra la integridad moral. El topo está acusado de mantener relaciones con al menos ocho mujeres activistas, a las que utilizó para integrarse en varios colectivos libertarios.