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La espectacular irrupción de un tiburón en la costa de Menorca

La Playa de Son Bou, en el municipio de Alaior, ha sido cerrada al baño al detectarse una tintorera de gran tamaño

La tintorera intentó durante varias horas varar sobre la arena, probablemente para morir, y luego desapareció

Un tiburón de casi dos metros aparece desorientado en una playa de Mallorca

La espectacular aparición de un tiburón obligó este lunes a cerrar al baño la playa de Son Bou, en la costa del municipio menorquín de Alaior. Se trataba de una tintorera de dos metros y medio de longitud que durante unas horas intentó varar sobre la arena, probablemente para morir. El también denominado tiburón azul fue detectado por unos bañistas sobre las 15,30 horas del lunes.

Una vez avisados los socorristas y comprobada la presencia del animal, la Policía Local y los operarios  de la empresa Marsave, encargada del servicio de seguridad de Son Bou, procedieron al cierre de la playa levantando la bandera roja. El tiburón no consiguió varar en la arena y se metió mar adentro. Fue seguido por algunos socorristas con motos náuticas pero pronto le perdieron de vista.

La playa ha permanecido cerrada al baño hasta la mañana de este martes cuando tras una minuciosa inspección de la costa no se ha encontrado rastro del animal.

La tintorera (Prionace glauca) es el tiburón pelágico más común en las aguas de Baleares. Es un animal de larguísimas migraciones y de hecho en aguas de las Islas se han detectado ejemplares marcados en la costa de Nueva York con las iniciales NY . Se desplaza segregado por sexos, es decir, machos por un lado y hembras por otro.

También, en muchos casos, se han podido verificar marcas de mordeduras amorosas  sufridas por hembras que se han capturado en las Islas. El macho, para poder copular, sujeta a la hembra con sus dientes (no hay gravedad), por lo que se producen marcas muy determinadas en los costados, especialmente protegidos, de las hembras recién preñadas.

Esto demuestra que se aparean en el mar balear, en las estaciones de primavera y verano. Curiosamente, la hembra puede esperar casi un año, hasta que las condiciones biológicas del entorno son propicias, con el esperma del macho en su interior, antes de empezar a gestar sus crías.