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medio ambiente

Los ecologistas critican que la ley balear de bienestar animal protege a los gatos asilvestrados

El Gob sostiene que los gatos son depredadores de aves, reptiles, pequeños mamíferos y grandes insectos

Afirma que la nueva normativa está encaminada a satisfacer a los animalistas y los cazadores

¿Se puede vivir con un gato asilvestrado?

El grupo ecologista Gob critica el enfoque «demasiado urbanita» de la futura ley de bienestar animal, aunque considera que contiene aspectos positivos hacia la eliminación del maltrato animal y el bienestar de las mascotas. El Gob denuncia especialmente que la nueva normativa protege a los gatos asilvestrados en lugar de considerarlos especie invasora.

En una nota de prensa, la organización ecologista lamenta el «grado importante de desconexión» con las dinámicas del medio rural y, sobre todo, con el funcionamiento de los ecosistemas y la conservación de los hábitats naturales y las especies silvestres.

En concreto, el Gob apunta que las discrepancias más importantes se encuentran en la consideración de los gatos asilvestrados, que quedarían amparados por la ley, que evitaría su tratamiento como especie invasora, y la gestión de las colonias felinas.

Según el Gob, la evidencia científica sobre el impacto de los gatos como depredadores de aves, reptiles, pequeños mamíferos y grandes insectos es «abundante».

«Los de casa que tienen acceso al exterior, los asilvestrados o los que están en colonias felinas matan miles de millones de pájaros y mamíferos cada año», han argumentado.

En el caso de Baleares, han añadido, la presencia de los gatos tiene efectos «letales» en algunas colonias de cría de virot petit, especie endémica en peligro de extinción.

La entidad ha recordado que el proyecto de ley plantea implantar el método captura-esterilización-retorno (CER) para controlar a los gatos callejeros y asilvestrados, mediante colonias felinas, aunque la evidencia científica no avala su efectividad para que disminuya el número de ejemplares.

El Gob ha criticado, además, que gran parte de las 657 enmiendas presentadas a la ley se han presentado para satisfacer, por un lado, a animalistas y, por otro, a cazadores. «No se ha presentado ni una sola enmienda que apele a la conservación de la biodiversidad en cuanto al tratamiento de gatos y colonias felinas», han concluido.