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La dejadez del alcalde de Palma convierte los solares frente al centro Rafa Nadal en un vertedero

La dejadez del alcalde socialista de Palma, José Hila, convierte los solares frente al centro social Fundación Rafa Nadal y el Instituto de Enseñanza Secundaria Antoni Maura del barrio palmesano de Nou Llevant, en un vertedero de toda clase de basuras y escombros.

Restos de materiales de obra y desechos de todo tipo y condición, copan los solares del interior de la que es, la nueva área de crecimiento urbanístico de la capital balear, y donde conviven antiguas torres de pisos de los años setenta, con nuevas promociones de viviendas de primeras calidades actualmente en construcción.

Todo ello en una zona que está llamada a convertirse en uno de los espacios urbanos más exclusivos de la capital balear a medio y largo plazo, sencillamente, por su ubicación: frente a la fachada marítima de Palma y el Palacio de Congresos, y con proyectos urbanísticos de calado en ejecución, caso de la nueva sede de la Orquesta Sinfónica de Baleares o la reforma de la fábrica de Can Ribas que albergará una escuela municipal de circo, entre otros.

La Fundación Rafa Nadal fue de las primeras iniciativas sociales en implantarse en los nuevos solares del barrio (2014), y es hoy una realidad, para más de 250 niños de entre cinco y 17 años en situación de vulnerabilidad que se dan cita allí para actividades educativas y deportivas.

Sin embargo, el estado lamentable de los solares de calles colindantes a la de Brotard donde se ubica esta fundación, recuerda que el objetivo del gobierno municipal para esta extensa zona del levante palmesano, está lejos de cumplirse, y la presencia constante de vertidos en la mismas aceras ofrecen una pésima imagen de todo este entorno.

Una realidad que pone en solfa el discurso de un equipo de gobierno que habla de Nou Llevant como un distrito de futuro que «contribuirá a hacer frente a la debilidad del modelo económico de Baleares, la emergencia climática y la desigualdad social», tal y como apuntaba hace año y medio, en una nota de prensa, el alcalde Hila.

Fue en la primavera de 2o21 cuando la presidenta del Govern, Francina Armengol, firmaba un protocolo de colaboración con el Consell de Mallorca,  Ayuntamiento de Palma, la Universidad balear y la Autoridad Portuaria de Balears, para hacer del barrio «el Distrito de Innovación Nou Llevant – Fachada Marítima».

Una iniciativa para que la zona de Nou Llevant y la Soledad sur fuesen el nuevo polo económico de Palma, basado en la economía del conocimiento, la digitalización y la innovación, creando lo que se calificó como «un ecosistema urbano innovador que incida en la transformación ecológica y digital, que equilibre la estacionalidad y que genere una nueva actividad empresarial y laboral estable».

Poco más se ha sabido de aquello, dado que para empezar no hay un calendario para saber cuándo podrá ser realidad ese futuro tan bien pintado, y porque su financiación depende de unos fondos europeos siempre en el aire, por lo que, a fecha de hoy, la realidad dista mucho de la fantasía del discurso político del primer edil socialista, José Hila, y de la presidenta del Govern, Francina Armengol.