Cruceristas y oposición critican el acuerdo del Govern que limita los cruceros
PP, Vox, Cs y 'Sí a los cruceros' han lamentado que el Govern prefiera limitar antes que gestionar
Armengol hunde el turismo de cruceros en plena crisis: sólo permitirá tres al día
‘Sí a los cruceros’ pide al Govern balear que «aparque la ideología» y no limite la llegada de buques
Empresarios y comerciantes de Baleares se oponen a las políticas anticruceros del Govern
El acuerdo entre el Govern y las navieras para limitar la llegada de cruceros al puerto de Palma ha pillado desprevenidos a muchos. La plataforma Sí a los cruceros ha asegurado que la decisión no tiene base legal. El PP ha calificado el pacto de cortina de humo y de perjudicial para la economía y Vox ha criticado que el Govern esté «más preocupado por perjudicar al turismo que por potenciarlo». Además, coinciden en que no hacen falta limitaciones, sino gestión e inversión.
La portavoz de Sí a los cruceros, Alex Fraile, ha asegurado que el acuerdo no tiene ninguna base legal, sino que es un pacto de buena voluntad. «¿Qué armas legales tienen para defender esto? ¿Qué para si una compañía pide un atraque y está disponible? La autoridad portuaria tiene que darlo. Es que esto no se sostiene», ha afirmado. En este sentido ha lamentado que que se limite en lugar de gestionar y que este acuerdo sólo daña a Baleares. «Perdemos posicionamiento y perdemos competitividad. ¿Limitarán ahora los aeropuertos?».
Fraile ha señalado que el sector siempre ha tenido buena voluntad y ha tendido la mano para colaborar. Sin embargo, no entiende esta decisión y, sobre todo, no cree que llegue a ningún lado si el Govern no tiene las competencias para limitar la llegada de navíos al puerto. «Si llegan tres cruceros y se supera el límite de los 8.500 cruceristas al día, ¿qué hacemos? ¿Les decimos que no bajen? Además, tu puedes tener un crucero de más de 6.000 pasajeros, pero no haber vendido toda la capacidad. Hay mucho por explicar y aclarar».
«En plena salida de la crisis, cuando todavía tenemos olas por coronavirus y la situación no es estable, volvemos a las prohibiciones de Armengol y José Hila, quien no da la cara», ha criticado el presidente del PP de Palma, Jaime Martínez. En esta línea, ha dicho que no se sabe si el 15% de reducción del que habla el conseller de Turismo, Iago Negueruela, afecta a los cruceristas que salen de Palma como puerto base o de escalas. «Si es de puerto base tenemos un problema. Es el que genera más actividad económica e ingresos indirectos en forma de alojamiento y actividades complementarias».
Martínez ha calificado el acuerdo de cortina de humo para callar a Més y Podemos, pero de efecto medioambiental cero. «Eso sí, perjudicará a la economía y a los pequeños comerciantes, sobre todo en invierno. Es una noticia más sobre prohibiciones cuando todavía no nos hemos recuperado. Sólo conseguirán que más negocios cierren». Ha reprochado al Govern y al Ayuntamiento de Palma que nunca hablen de gestión ni inversión. «Sólo intentar limitar las llegadas, pero no tratan de gestionarlas. Deberían exigir inversión a la autoridad portuaria para mejorar los accesos al paseo marítimo, en el propio paseo y en el puerto».
El presidente del PP de Palma también ha valorado que el acuerdo pasa por la voluntad de los diferentes agentes que ven que frente a ellos tiene a «un enemigo turismofóbico». «No se pondrán en contra de un destino tan importante como Palma, así que aceptan limitar ese 15%. Pero al final las consecuencias económicas las sufrirán los comerciantes y nuestra economía».
Un Govern que lucha contra el turismo
Por su parte, el diputado de Vox en el Parlament de Baleares, Sergio Rodríguez, ha recriminado a Armengol que en tiempos de crisis se preocupe más de establecer restricciones al turismo que de impulsarlo. «No es momento de cupos, es momento de apostar aún más por el motor de nuestras Islas. Necesitamos una recuperación inmediata y eso sólo puede venir del turismo. Lo primero es volver a poner en marcha la economía y luego hablaremos de fomentar otros sectores y de regulaciones».
Rodríguez ha asegurado que «no es casual que siempre sea el turismo el enemigo de las políticas de izquierdas de Armengol». Ha explicado que «es el blanco de las fobias» de la presidenta porque «gracias a este puede justificar sus errores». «De paso contentan a sus socios de Més y Podemos. Nos devuelven a los tiempos del burro y el carro, porque son incapaces de ofrecer alternativas económicas al turismo. Se llenan la boca de conceptos como economía circular o transición ecológica sin tener ni idea de que significan, más allá de la retórica que tanto les gusta repetir».
Ciudadanos ha calificado las limitaciones como «la solución fácil» y reclamado que el Govern dé más detalles. «No estamos de acuerdo con limitar un número concreto, sobre todo en lo que hace referencia a los megacruceros, que han sido criminalizados cuando. Los nuevos son más sostenibles medioambientalmente», ha incidido la portavoz parlamentaria del partido en Baleares, Patricia Guasp. «Ponemos en duda la base legal o jurídica del acuerdo».
Por su parte, el partido ecosoberanista Més ha considerado que el acuerdo es insuficiente y que los límites fijados recuerdan mucho a las cifras de cruceros. Y es que la formación considera que la prohibición debería ser más estricta y lamenta que se base en «la voluntad de las navieras». Por ello, ha reclamado la soberanía de Baleares sobre el puerto».