OkBaleares
La buena Sociedad

María de León, mi comadre, presenta libro

María de León Castillejo es uno de mis cisnes más admirados. Todos lo son, pero María posee cualidades que pocas personas son capaces de tener sin que parezca que la vida les ha sido regalada. Nacida en una de las grandes familias de la nobleza española, hija de los marqueses de la Cañada y nieta de la mítica condesa de Lebrija, la sevillana más rubia que conozco, y más alta, con el cuerpo perfecto gracias a una disciplina deportiva que no abandona jamás, se me reveló hace muchos años como una de las candidatas perfectas a Reina de España, cuando los periodistas andábamos locos en busca de la princesa de Asturias de pedigrí impecable, tanto que pensándolo hoy, viendo el magnífico trabajo que ha hecho doña Letizia con Leonor, parecíamos imbéciles clasistas y esnobs consentidos.

Por físico sin duda habrían hecho buena pareja, altos, rubios como la cerveza, en esa época don Felipe era el príncipe más guapo de Europa, y del mundo, y María quizás la joven más guapa y de buena familia que se nos antojaba perfecta. A María, mi comadre porque nuestra adorada Diana Zaforteza Rodes, la editora, nos pidió que apadrináramos a su hijo, un día les contaré la historia de esta mujer maravillosa que marcó mi vida para siempre, de manera positiva y alegre, dándome las sorpresas devenidas en regalo, de esos que jamás habría esperado de una amiga por cercana que fuera. Regalos propios de una hermana, pero no de una mujer de mente privilegiada y también, como María, perteneciente a una gran familia mallorquina y catalana. El caso es que este apadrinamiento nos unió para siempre en un niño adorable y en una voz en forma de mensaje telefónico que no olvidaré jamás. Sé que soy misterioso, les juro que un día les contaré la historia entera.

La sevillana María de León Castillejo. (Foto: Javier Salas)

María, mi cisne rubio, parecía buscar su camino, individual, alejada de los privilegios, pero no de las obligaciones de una mujer de su posición. El Palacio de Lebrija, propiedad de su familia, es una de las joyas de la capital andaluza y da buena medida de los logros de esta familia que acunó a nuestra protagonista de hoy. No sé cómo dimensionarla en la sociedad, porque no hay muchas como ella, con ese perfil entre revolucionario pero con buenas bases que nos hacen pensar en todo menos en lo moderno que resulta tenerlas. Efectivamente, quien posee una educación, y por ende unos valores sólidos, suele conseguir, pese a las tentaciones, una vida sólida. Es lo que ha demostrado María, a la que durante mucho tiempo los medios describían como modelo, cuando en realidad ya se aventuraba que era mucho más. Fue modelo, efectivamente, lo que dura un telediario.

«Pura raza, pura clase»

Lo que de verdad fue y es, es precursora del buen uso de las redes sociales para influir de manera constructiva en sus miles y miles de seguidores. Lo ha conseguido mostrándose como es, sin trampa ni cartón, poniendo sus valores por delante, mostrándoles a todos quién es y qué piensa, sin imposiciones, más bien como recomendaciones de una vida donde importa más la inquietud por el conocer que el dinero del que se disponga para hacerlo. A través de María de León uno aprende, tanto que incluso ella misma ha aprendido. He visto su evolución o la hemos visto desde que la descubrimos paseando por Sevilla junto a Luis Medina Abascal o cuando asistimos a su boda con el artista Juan Garaizabal, ¡a través de las páginas de la revista Hola! Boda cool donde las hubiera, pero matrimonio fallido y sin reproches públicos, al menos. Pura raza, pura clase, eso es lo que es mi cisne de hoy y de ella eso es lo que me enamora.

El caso es que esa influencer con buenas intenciones llegó a convertirse en maestra de muchos, servidor incluido. Lleva más de 20 años trabajando en el mundo de la comunicación. Fue pionera en la influencia digital y ha construido una marca personal referente de estilo de vida, moda, viajes y bienestar. Es escritora, columnista y conferenciante. En el 2012 publicó Vestir con estilo, que no era fruto, ni mucho menos, de la casualidad.

Hoy, tras desarrollar una profunda formación en humanidades, coaching y yoga, lleva a cabo proyectos para el bienestar integral de las personas y la humanización de la empresa y la sociedad. Con este propósito fundó Think2BU. Es creadora del podcast Referencers apoyado por la Fundación MAPFRE. También es creadora y codirectora del programa de Marca Personal, Liderazgo e Influencia Digital de la Universidad Francisco de Vitoria, que se dice pronto, y está por sacar al mercado un nuevo libro, que me temo será en buena medida fruto de todas las experiencias vitales que les he contado .

‘Vivir con sentido’, nuevo libro de María de León.

Vivir con sentido, cuenta la autora, es un libro que profundiza en los diferentes caminos que dan sentido a la existencia; autoconocimiento, mirada, propósito, valores y espiritualidad. Cualidades que sin duda reconozco en ella, de ahí que recomiende su lectura sin haber leído ni siquiera un párrafo de lo que ha de llegar el 27 de febrero próximo. María no defrauda, jamás. Ni juega con lo que ha sostenido nuestra civilización desde hace milenios. Quizás este mismo afán fue el que propició la condesa de Lebrija en las colecciones que pueden admirarse en su palacio de la calle Cuna, ni más ni menos. Si están en la ciudad no se pierdan una visita a la que sigue siendo casa familiar porque vale todas las penas. Qué digo pena, vale todas las alegrías que uno se pueda llevar. ¡Qué artesonados!

María comadre, así la tengo agendada, nos ayudará desde su nuevo libro a reflexionar sobre aquellos caminos que nos llevaran a una existencia plena, significativa, ayudándonos a pensar sobre aspectos tan trascendentales como universales. Dos más dos son cuatro, no le den más vueltas. Ella sí que viene de la cuna de la calle Cuna. ¡Qué grande amiga!