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El centro de Palma se llena de grafitis ante la inacción del Ayuntamiento

El barrio de La Sang, repleto de pintadas vandálicas

El alcalde aseguró que se dejaba "cuerpo y alma” en limpiarlas

Los comerciantes cargan contra la dejadez del alcalde Hila con los grafitis: «Palma camina hacia la ruina»

Las calles del centro de Palma siguen estando llenas de grafitis por la inacción del Ayuntamiento de la ciudad. Desde hace meses, la calle Cavalleria, entre el Cristo de la Sangre y Jaume III, está repleta de pintadas que estropean la imagen del casco antiguo de la capital balear. Paseando por la zona, se observa cómo la gente las mira con estupor y desagrado.

Meses atrás, en octubre de 2021, el alcalde, José Hila, defendió que “se estaban dejando cuerpo y alma” en limpiar todos los dibujos que realizaban algunos vándalos en las fachadas de la ciudad. No obstante, la realidad dista bastante de lo que argumentó el dirigente socialista. Las paredes de las zonas más emblemáticas Palma siguen siendo un mural para los indecentes.

En septiembre del pasado año, el presidente socialista de la empresa municipal Emaya, Ramon Perpinyà, anunció que se borra una media de ocho grafitis al día, lo que supone un gasto de casi 12.000 euros de media al mes. Sin embargo, se hace evidente, por lo que se ve en las calles y lo que opinan los comerciantes, que no es suficiente.

La patronal Afedeco ya lanzó durante el 2021 una campaña llamada #PalmaCaminaHaciaLaRuina, para denunciar la problemática que suponen las pintadas. En esta, se expusieron diferentes fotografías que destacaban el mal estado de varias calles céntricas que son clave para fomentar el comercio y el turismo en la ciudad.

«¿Alguien puede pensar que el alcalde de Palma está orgulloso de nuestro centro urbano? Todos estos grafitis están en una sola calle del casco antiguo. Palma camina sí, pero hacia la ruina», denunciaba Afedeco ante la inacción del Consistorio. Ya en el 2022, la situación se agrava ante la imposibilidad de detener el problema.

La calle Cavalleria es solo un ejemplo de que las pinturas vandálicas se siguen acrecentando en el centro de la capital balear. Ante la necesidad de que la temporada económica y turística sea favorable para las pequeñas y medianas empresas de las Islas, el aspecto del casco antiguo de Palma sigue sin estar a la altura. “El civismo voluntario” y la limpieza “barrio a barrio” por los que apostó el socialista, José Hila, no parece suficiente ante el reto al que se enfrenta. La emblemática calle que se sitúa en el corazón de la ciudad es una demostración más de la ineficaz gestión municipal ante los grafitis que estropean el aspecto de la capital de las Baleares.