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entrevista al conseller de agricultura, pesca y medio natural

Joan Simonet: «Baleares incorpora cada año 110 jóvenes agricultores, una de las mejores medias de España»

"Muchas veces el turista valora más el famoso producto local que no el residente"

"Hay que facilitar la venta y la degustación de estos productos en las explotaciones"

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor OKDIARIO en Baleares, información local de Palma, social y política en general. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Si hay un político en el Govern de Marga Prohens que conocía la Conselleria que ahora tiene bajo su mando como la palma de la mano antes de tomar posesión del cargo, es el conseller de Agricultura, Pesca y Medio Natural. Agrónomo de profesión, nacido en la localidad mallorquina de Alaró (1973) de la que fue alcalde (2007-2015) y ex gerente de la patronal Asaja, Simonet defiende que lo primordial en la agricultura es su rentabilidad, factor clave para atraer a los jóvenes al siempre complicado sector primario balear.

Pregunta.- Para empezar, hablemos del futuro. ¿Qué tal el fomento del relevo generacional en la agricultura balear?

Respuesta.- Nosotros tenemos una incorporación anual en estos momentos de unos 110, 115 jóvenes cada año, cuando veníamos de una incorporación de entre 40 y 30 en los últimos años. Cuando hablo con compañeros, con consejeros de otras comunidades autónomas que tienen un sector agrario mucho más potente que el nuestro, estamos hablando que a lo mejor alguna comunidad tiene 40, 50, 60 incorporaciones. Yo creo que los datos  de Baleares son muy significativos de la apuesta que está haciendo el Govern y  la Conselleria para ese relevo generacional. Soy moderadamente optimista. Hay jóvenes que están entrando en el sector después de mucho trabajo y siguen manteniéndose. Lo importante no es sólo los que se incorporan, sino los que al cabo de cinco años, siguen trabajando. En Ibiza son punteros, ahí sí que hay mucha demanda. Y en Menorca sigue habiendo por el tema de sucesión.

P.- El principal problema que tienen los jóvenes es arrancar desde cero.

R.- Es lo más difícil. En el tema de sucesiones familiares es más fácil, pero ese es el gran problema. Y no solo es un tema de dinero, sino también un tema de acceso a la tierra, y  también estamos trabajando en fórmulas para facilitarlo. Vemos que muchos de estos jóvenes sí que ya están entrando en el campo de la digitalización de forma más fácil,  y muchos de ellos, también están apostando por esta diversificación, sobre todo en temas de venta directa, pequeñas transformaciones, productos artesanales que sí que están teniendo su recorrido. Entonces yo creo que en estos próximos años vamos a tener una tendencia positiva en este sector y vamos a tener alguna que otra alegría.

P.- Una de las cuestiones claves que siempre se está reclamando es la venta directa del agricultor al consumidor, en nuestro caso, diría que al turista. ¿Qué mecanismos se pueden articular para que esto de una vez sea realidad?

R.- También al residente, también al residente. Lo que pasa es que muchas veces el turista valora más el famoso producto local que no el residente. Entonces aquí son varios temas. Hay que trabajar en el tema de tener claro lo que es producto local, que el consumidor tanto extranjero como local no se sienta engañado. Para nosotros el producto local es aquel que sale de los agricultores, de los productores primarios de las Baleares. Nosotros defendemos aquel producto cuyo beneficio acaba en nuestro agricultor en nuestro ganadero. Entonces, en venta directa lo que hay es que darle ese impulso al fomento de esta actividad. Cada vez hay más agricultores que están apostando por esta venta directa que, recordemos, puede ser en su explotación, pero puede ser también en mercados locales o en puestos no fijos. Hay que fomentar y facilitar el asociacionismo entre agricultores. Es decir, que un agricultor que a lo mejor produce queso, pueda vender en su finca el vino que pueda hacer otro agricultor, o los tomates, porque esto crea redes, grupos de unión. Pienso en cooperativas, en asociaciones. Esta es la dinámica. Hay que facilitar no solo la venta, sino también la degustación de estos productos en las explotaciones agrarias. Todos sabemos que a nosotros nos gusta probar las cosas y después comprarlas.

P.- ¿Cómo se puede fomentar ese asociacionismo desde la Administración?

R.- Ahora, por ejemplo, hemos sacado una línea de ayudas de un millón de euros con la que vamos a financiar precisamente este tipo de experiencias en diferentes explotaciones agrarias. Y por supuesto esa difusión del producto local la tiene que hacer la Administración, porque a lo mejor ellos por sí solos, un pequeño agricultor no tiene capacidad de hacer promoción más allá de su propio entorno y de sus redes. Entonces, aquí sí que hay un trabajo que es la promoción agroalimentaria, que también había estado abandonada estos años. Hay que lanzar un buen plan de promoción, con toda una serie de acciones para que el consumidor, tanto extranjero como local, lo pueda conocer.

P.- Está en tramitación un nuevo plan de regadíos. ¿Cuál es la situación en este momento?

R.- Tenemos varias obras en estos momentos que se están ejecutando. Tenemos una obra para dar agua a la zona Felanitx, Porreres, y espero que el año que viene podamos ya tenerla en activo. Hemos desbloqueado después de 25 años el uso del agua de la balsa de Santa Eulalia en Ibiza. Estamos en tramitación de un proyecto en Menorca, también en Sant Lluís y después tenemos lo que es el Plan General de Regadíos, que nos marcará la guía para los próximos años, que en estos momentos está pendiente de informes de Medio Ambiente. Una vez subsanadas estas deficiencias podremos lanzar otros proyectos de regadíos que tenemos en marcha. Lo financiaremos también con fondos de insularidad o de turismo sostenible.