Así deja el alcalde socialista de Palma el degradado barrio por el que dijo que se metió en política
El solar del Club Petanca Central de Son Gotleu que el primer edil ordenó cerrar se ha convertido en un estercolero
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Máximo nivel de suciedad y abandono en Son Gotleu, un degradado barrio palmesano por el que el alcalde socialista de Palma en funciones, José Hila, justificaba su entrada en la vida política hace 15 años, con la supuesta finalidad de mejorar las condiciones de vida de los vecinos y acabar con las carencias de equipamientos públicos que presenta la zona.
Ocho años después de que en 2015 tomara posesión de la alcaldía de la capital balear, de la que ha sido desalojado por los palmesanos tras las pasadas elecciones municipales, el barrio del que fue vecino en su infancia y juventud el alcalde Hila alcanza unos niveles sonrojantes de deterioro social, inseguridad ciudadana, suciedad y falta de mantenimiento, ante la indiferencia de un gobierno municipal que en dos legislaturas no ha habilitado allí ni un solo equipamiento público.
Con más de 10.000 habitantes, de los cuales más de una tercera parte (3.500) son extranjeros (principalmente marroquíes y nigerianos), al estado de abandono en el que se encuentran múltiples fincas de la zona, donde la presencia de okupas es constante, hay que sumarle la conversión del solar que hasta hace seis años acogía las pistas de petanca de la Sociedad Deportiva Bar Central -en el centro neurálgico del barrio- en un vertedero de toda clase de basuras, chatarra, incluyendo chabolas.
Una situación que los vecinos del entorno están cansados de denunciar al Ayuntamiento y a la que hace oídos sordos el gobierno municipal, que fue el que ordenó la clausura de estas instalaciones en 2017. Y lo hizo alegando que este equipamiento deportivo carecía de licencia de actividad, tal y como sucede con la inmensa mayoría de pistas de petanca que hay en Palma contra las que el Ayuntamiento no ha aplicado la misma resolución.
Vecinos y usuarios expresaron en 2018 en un pleno su rechazo al cierre y lograron que el gobierno municipal se comprometiera, en un acuerdo de pleno aprobado por unanimidad, a buscar una salida para la supervivencia del club y la reapertura de las pistas.
Un compromiso que quedó en papel mojado y cinco años después de que el Ayuntamiento de Palma obligara al Club Petanca Central a cerrar estas instalaciones, prohibiendo la entrada al recinto, el solar se ha convertido en un estercolero donde las ratas campan a sus anchas.
Todo ello ante la indiferencia de un alcalde en funciones, José Hila, que aseguró en un pleno que entró en política para mejorar un barrio como el de Son Gotleu, que después ha abandonado a su suerte y del que hace años dejó de ser vecino.