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Asociación de Artistas Visuales de Baleares

Los artistas denuncian irregularidades en la compra de obras de arte por el Ayuntamiento de Palma

El área de Cultura se niega a revelar el precio pagado por cada obra y los criterios seguidos con los 19 artistas seleccionados

El concejal Noguera desembolsó 150.000 euros en esta operación en la que se habrían incumplido las bases de la convocatoria

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  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

La Asociación de Artistas Visuales de Baleares (Aavib) ha acusado al Ayuntamiento de Palma de cometer presuntas irregularidades al incumplir las bases de la convocatoria para la adquisición de obras de arte contemporáneo por parte del departamento de Cultura liderado por el concejal independentista de Més Antoni Noguera, por un valor total de 150.000 euros.

A esta convocatoria, publicitada entre febrero y marzo del año pasado, se presentaron 539 obras de 165 artistas y, según el Consistorio, fue una comisión evaluadora formada por expertos independientes la encargada de realizar la elección de las obras que tenían más interés para el Ayuntamiento, según los criterios de selección marcados por el área municipal.

Estos expertos fueron propuestos por una serie de entidades e instituciones en función de sus estudios, publicaciones y experiencia profesional, y fueron ratificados por los técnicos del Servicio de Cultura, quedando seleccionados finalmente 19 artistas. 

En un comunicado, esta entidad de profesionales ha denunciado «la falta de transparencia en el proceso, que ha tardado casi un año» en resolverse, y ha criticado el hecho de que en las bases de la convocatoria no se indicase expresamente que el informe de la citada comisión evaluadora no iba a ser «vinculante».

El presidente de la patronal, Álex Ceball, ha señalado que en un concurso público «debería seguirse la valoración, prioridades y justificación realizadas por un jurado especialista, profesional e independiente como el que participó en este proceso». «No respetarlo es una falta total de seriedad y genera legítimas dudas», ha añadido.

Ceball ha apuntado que «no puede ser que la Dirección General de Artes Visuales se niegue a hacer públicos los precios de las obras adquiridas y los criterios personales para elegir obras. De transparente no tiene nada».

La patronal balear ha afirmado que «por política de transparencia» debe comunicarse y hacerse público quiénes componen el Servicio de Cultura, al que hace referencia el Consistorio en el que anuncia las obras elegidas. «¿Quiénes son, cuál es su capacitación profesional y cuáles son los criterios personales seguidos para la elección final de obras?», han preguntado desde esta entidad.

Para ellos, determinados criterios de selección, como la preferencia por artistas emergentes, no se indicaban en las bases de la convocatoria.
Por todo ello, la Comisión Ejecutiva de la Aavib ha exigido al área de Cultura  los listados de precios de obras y los criterios de selección del Ayuntamiento.

Según el área municipal, entre los criterios de selección figuran mantener el mismo porcentaje entre hombres y mujeres preseleccionados, dar un impulso a los artistas emergentes, así como la valoración económica de las obras con el objetivo de dar cabida al mayor número de artistas, siempre con el criterio de la calidad.

Las obras de arte adquiridas por el Consistorio corresponden a los artistas, Ana Laura Aláez, José Manuel Broto, Robert Ferrer, José Girbent, Olimpia Velasco, Aina Perelló, Pepe Cañabate, Toni Amengual, Xisco Bonnín, Diana Coca, Tomàs Pizà, Gabriel Pericàs, Ian Waelder, Isabel Servera, Bartomeu Sastre, Julià Panadès, Laura Marte, Mar Guerrero y Laia Ventayol.

Curiosamente, la adquisición de estas obras de arte se ha materializado mientras el gobierno municipal de coalición de socialistas, nacionalistas y Podemos no movía un solo dedo y dejaba escapar 44 pinturas, nueve dibujos y una cerámica creadas por Joan Miró durante su estancia en Palma, que hasta el pasado mes de agosto estaban depositados en el Espacio Miró de la Fundación Mapfre en Madrid.