OkBaleares
BALEARES

Una alcaldesa separatista de Mallorca obliga a comer a sus policías entre ratas y uniformes sucios

Los agentes denuncian las deplorables condiciones laborales que sufren y acusan a la alcaldesa de "inacción total"

Los agentes de la Policía Local de Capdepera denuncian las deplorables condiciones en las que deben desempeñar su labor diaria, acusando al Ayuntamiento de «inacción total» y señalando a la alcaldesa separatista Núria García (Més per Mallorca) como responsable directa. Los policías se ven obligados a trabajar y comer en un semisótano de apenas 1,80 metros de altura compartido con Protección Civil, un espacio sin ventilación natural, con presencia de ratas y rodeados de uniformes sucios.

OKBALEARES ha tenido acceso a fotografías donde puede apreciarse la presencia de roedores en las dependencias. De hecho, durante el servicio se pueden escuchar ruidos provocados por las ratas que acuden al comedor para tratar de alcanzar los restos de comida que allí se generan.

El estado de las instalaciones ha empeorado notablemente en las últimas semanas. Los sindicatos alertan de graves goteras y partes del techo que se desprenden, obligando a los agentes a lidiar con peligrosos derrumbes que, por el momento, no tienen fecha de reparación. Las filtraciones de agua han alcanzado cuadros eléctricos y aparatos informáticos, aumentando el riesgo de electrocuciones. «Los agentes trabajan con el miedo real a una descarga eléctrica mientras usan los equipos informáticos entre charcos de agua», denuncian.

La sala de merienda de la Policía Local, tradicionalmente destinada a descanso y alimentación, ha sido convertida en vestuario de Protección Civil. Este cambio ha provocado que los agentes tengan que comer rodeados de uniformes usados, sin ventilación ni higiene adecuadas. Los sindicatos califican esta situación como «una falta de higiene intolerable», que vulnera normas básicas de salud laboral y afecta directamente al bienestar de los trabajadores.

Este no es un problema reciente. Desde hace años, los policías locales de Capdepera vienen alertando de la necesidad de renovar y acondicionar las instalaciones. A pesar de las denuncias previas, los arreglos han sido mínimos o inexistentes. Según fuentes sindicales, la improvisación y la falta de inversión en infraestructura han llevado a que hoy los agentes convivan con ratas y riesgo de derrumbe mientras realizan sus funciones cotidianas.

La indignación se agrava ante la desigualdad salarial dentro del cuerpo. Algunos agentes perciben sueldos de apenas 1.050 euros netos al mes, rozando el umbral de pobreza, mientras otros superan los 5.500 euros. «Exigimos dignidad y seguridad, no parches ni privilegios. No puede ser que haya funcionarios que trabajen bajo estas condiciones y cobren sueldos mínimos mientras otros disfrutan de remuneraciones elevadas sin justificación», señalan los representantes sindicales.

La Policía Local de Capdepera también ha denunciado que la situación no solo afecta a la alimentación y seguridad, sino también a la moral y al desempeño de los agentes. Trabajar en un espacio insalubre, con riesgo constante de accidentes y expuestos a condiciones indignas, impacta directamente en la eficiencia y en la capacidad de respuesta de la policía frente a la ciudadanía.

Los sindicatos exigen al Ayuntamiento soluciones inmediatas: reubicación de las dependencias, acondicionamiento de los espacios de trabajo, reparación de goteras y techos, eliminación de riesgos eléctricos y, en general, un entorno digno y seguro para cumplir con su labor. «No pedimos lujos, pedimos condiciones básicas de trabajo que cualquier ciudadano consideraría normales», afirman.

La alcaldesa separatista Núria García, líder del gobierno municipal, no ha emitido todavía una respuesta oficial a las denuncias de los agentes, lo que ha intensificado la tensión entre los cuerpos policiales y el Ayuntamiento. Mientras tanto, los sindicatos advierten que continuarán elevando la voz hasta que se tomen medidas concretas que garanticen la seguridad y dignidad de los policías locales.